Beñat Zaldua
Edukien erredakzio burua / jefe de redacción de contenidos

Getaria como síntoma, la costa como prueba: el covid crece más en localidades turísticas

El auge de casos es generalizado, pero observar los datos de las zonas turísticas permite calibrar el impacto de la decisión de salvar la Semana Santa. En la costa de Gipuzkoa, los casos han crecido un 133% respecto a las dos últimas semanas de marzo. En el interior, el crecimiento ha sido del 68%.

Foto de archivo de pruebas PCR en Getaria. (Andoni CANELLADA/FOKU).
Foto de archivo de pruebas PCR en Getaria. (Andoni CANELLADA/FOKU).

Getaria registró durante todo el mes de marzo seis casos de coronavirus, y la tasa de incidencia a 14 días se situó el 31 de marzo en 106 casos por 100.000 habitantes. Catorce días y una Semana Santa después, la localidad ha sumado en las dos semanas que llevamos de abril 35 casos, y la tasa de incidencia se ha elevado hoy hasta los 1.237 casos. De hecho, Getaria cumple los requisitos para caer en la zona roja y tener que asumir restricciones, pero Lakua todavía no lo ha aplicado.

Puede no parecer gran cosa, ya que, siendo un municipio pequeño, las cifras reales no son muy abultadas, pero es el síntoma de una tendencia que no se limita a Getaria. Dos semanas después del inicio de la Semana Santa, puede empezar a valorarse, aunque sea provisionalmente, el efecto de la decisión del Gobierno de Iñigo Urkullu de mantener la movilidad abierta y no actualizar las restricciones hasta el 6 de abril.

Dada la insuficiente información disponible y la deficiente trazabilidad de los casos, así como el concurso de otros factores además de la movilidad –la llegada de nuevas variantes en algunos puntos del territorio, por ejemplo–, no puede atribuirse únicamente al turismo el auge de los últimos días, ni mucho menos. Con todo, a la vista de los datos, es fácil intuir el efecto que la movilidad ha tenido en aquellas localidades que más visitantes acostumbran a recibir.

Gipuzkoa brinda un escenario bastante apropiado para observar lo ocurrido, ya que sus nueve municipios costeros –sacamos de la lista a Aia, sin olvidarnos que el municipio tiene salida al mar en Txurruka– concentran la inmensa mayoría del turismo en el herrialde. Nada menos que el 77% en una situación ordinaria. Los resultados de la observación son elocuentes.

En las dos últimas semanas de marzo, estos nueve municipios –Hondarribia, Pasaia, Donostia, Orio, Zarautz, Getaria, Zumaia, Deba y Mutriku– registraron 546 casos de coronavirus. Durante las dos primeras semanas de abril, sin embargo, el contador se ha elevado hasta los 1.270 casos. La subida ha sido de un notable 133%.

Se puede alegar que el crecimiento está siendo generalizado en toda Euskal Herria –lo es en toda Europa, de hecho–, pero los datos de la Gipuzkoa interior muestran un ritmo muy diferente. Fuera de los focos más turísticos, los casos han crecido un 68% en las localidades sin playa. El aumento es también notable, pero no tiene nada que ver con el que registran los municipios costeros.

En la Rioja Alavesa, tendencia parecida

También puede observarse una dinámica parecida en la Rioja alavesa. Araba, en su conjunto, está situada en una meseta en cuanto a la incidencia del coronavirus. Apenas crece dicha incidencia, pero no se logra bajar. Como muestra, durante las dos últimas semanas de marzo se registraron en el herrialde 1.237 casos de coronavirus. En las dos primeras semanas de abril, los casos se han elevado a 1.333. El crecimiento existe, por lo tanto, pero es pequeño, de un 8%.

Por contra, basta observar los datos de Bastida y Guardia para identificar una tendencia muy diferente. Estos dos municipios, dos de los más turísticos de la Rioja Alavesa, sumaron siete casos durante las dos últimas semanas de marzo. En lo que llevamos de abril, sin embargo, arrojan un saldo de 28. Los casos, por tanto, se han cuatriplicado –o crecido un 300%, si lo prefieren–.

El efecto se deja notar también si observamos la incidencia acumulada. En el conjunto de Araba, esta tasa calculada a 14 días se situaba el 31 de marzo en 372, y hoy está en 432. De nuevo, la subida existe, pero no es demasiado acentuada. Por contra, en Bastida se ha cuatruplicado –de una tasa de 256, a un 1.025 hoy–, mientras que en Guardia se ha multiplicado por tres, de 261 a 782.