Para algo están los royalties y James Wan sigue viviendo, entre otras cosas, de las rentas como creador de la saga terrorífica Saw. Por eso figura, junto con su socio Leigh Whannell, como productor ejecutivo de esta novena entrega, sin necesidad de haber tenido una participación directa o activa en la misma.

Quien sí la ha tenido es el actor Chris Rock, que además de producir ‘Spiral: Saw’ (2021), con un más que generoso presupuesto de cuarenta millones de dólares, ha escrito el argumento del que han partido los guionistas. Delante de la cámara aparece como el detective Zeke Banks, hijo del veterano policía Marcus Banks, interpretado por Samuel L. Jackson.

El protagonista ha de lidiar simultáneamente con sus colegas del cuerpo policial, con asuntos internos y con la aparición de un nuevo asesino en serie, cuyos métodos recuerdan sospechosamente a los de Jigsaw, por más que al psicópata John Kramer se le de por muerto y bien muerto.

El sello o la marca de este otro posible imitador, rebautizado como Pigsaw, es una careta de cerdo. Se trata igualmente de un experto en trampas mediante la creación de artilugios que son auténticos potros de tortura, si bien la imaginación de los guionistas empieza a flaquear en cuanto a invenciones sádicas, por una mera cuestión de acumulación de escenas similares.