La concentración para exigir la libertad de Pablo González y expresar su solaridad a su familia se llevará a cabo este domingo, 6 de marzo, a las 13.30 horas en la plaza de Nabarniz, localidad de Busturialdea próxima a Gernika.

Ante la detención y encarcelamiento de su «vecino y amigo», «todos y todas las concejales» que forman la Corporación municipal han difundido un texto en el que, en primer lugar, ofrecen su «protección, solidaridad y ayuda a Pablo y su familia», señalando que harán todo lo que esté en sus manos para ayudarles.

Al mismo tiempo, exigen a las autoridades polacas su «inmediata liberación, porque el periodismo no es, de ninguna manera, un delito y eso es lo que Pablo ha estado haciendo en Polonia y en Ucrania: informar».

Recuerdan que «todos los estados deben proteger la libertad de prensa, y garantizar que los y las periodistas puedan trabajar en cualquier lugar del mundo». «Sin información, nuestra libertad está coja», añaden, indicando que «a algunos poderes les son incómodos los y las periodistas independientes, que trabajan fuera de los canales y de los punto de vista oficiales, e intentan silenciarlos».

Como «prueba de ello», denuncian «la persecución que está sufriendo Pablo y su familia por parte de los servicios de inteligencia españoles». «No es legítimo seguir y controlar a ciudadanos inocentes», concluyen.

La famiia, sin noticias de él desde el lunes

Por su parte, Oihana Goiriena ha explicado a EFE-TV en Gernika que Pablo González, con quien tiene tres hijos, nació en Rusia, tiene familia allí, donde sigue viviendo su padre y adonde han ido «a menudo» la pareja y los niños.

Ha indicado que el abogado del periodista se ha puesto en contacto con el Consulado español en Polonia y ha intentado hacer gestiones para poder estar con él, pero los trámites «van despacio» y aún no se han podido lograr esa comunicación.

Goiriena ha incidido en que Pablo González «es periodista freelance y estaba dando noticias de la llegada de los refugiados ucranianos», y que no se cree la «acusación de espionaje» lanzada por las autoridades polacas para justificar su arresto.

Ha dicho que la última vez que habló con él fue el pasado lunes, cuando la llamó para avisarla de que estaba detenido y pedirle que llamara a su abogado y a su madre, que vive en Catalunya.

Ha informado de que, hace tres o cuatro semanas, el periodista, habitual colaborador de NAIZ y otros medios como ‘Público’, estuvo «retenido durante tres horas» en Ucrania. «Le invitaron a marcharse del país en cuatro o cinco días. Fue una invitación verbal, no formal, no tuvo ninguna orden por escrito», ha puntualizado.

Ha resaltado que lleva cinco días incomunicado, cuando en teoría en Polonia esta situación se puede mantener solo durante 48 horas. «Algo ha fallado», ha añadido.