En su declaración de intenciones, ‘Chicas Prepago’ se revela como un cortometraje ficcionado que escenifica una entrevista real que la directora, Isabel Sáez Pérez, realizó a dos mujeres de Iruñea en 2018.

En este periodo, la autora realizaba reportajes eróticos para investigar en torno a la erótica desde una perspectiva de género. Muchas de sus modelos y clientes eran trabajadoras sexuales y, de esta manera, Nerea y Luz se convirtieron en las protagonistas de esta historia tras aceptar ser entrevistadas después una sesión de fotos.

Esta conversación nos guía a mazmorras de sadomasoquismo, la crianza de un bebé y el naufragio por varios cursos del INEM. En resumen, dos mujeres que se colocan ante el espejo y aportan sus testimonios relacionados con su mecánica cotidiana y laboral.

El reparto de este documental ficcionado cuenta con las actrices Liuda Motes y Nerea Mariezkurrena ,y se completa con Nerea Saenz, que interpreta el papel de la propia Isabel.

La necesidad de ser escuchadas

Lo primero que tuvo claro la directora tras las entrevistas es que «aquellas conversaciones pedían a gritos ser escuchadas por más gente y que resulta muy difícil posicionarse con una perspectiva concreta. Utilizar actrices y ficcionar esos encuentros fue el trampolín perfecto para hacer que su testimonio pudiese conocerse».

Una de las premisas de ‘Chicas Prepago’ era hacer cine con perspectiva de género, no solo en lo concerniente a su temática, si no en el modo de trabajar. Por ello, según la autora, en la realización de este corto «se apostó por priorizar la presencia de mujeres e identidades diversas. En total, un equipo de 40 personas, teniendo en cuenta todo el equipo menos 'visible' como es el caso de la posproducción, traducción y catering. Del cual 32 fueron mujeres».

Otra de las premisas era realizar un rodaje local, ya que todo el equipo está formado por personas que residen en diferentes rincones de Euskal Herria. El rodaje se desarrolló íntegramente en Nafarroa.

Sobre las inquietudes que albergó al inicio de este proyecto, Isabel Sáez Pérez confiesa: «Durante todo su proceso, incluso ahora que está a punto de ser proyectado, albergué la sensación de caminar sobre un hilo de alambre. Cada paso que he dado ha sido desde el cariño, el respeto y el cuidado. Sé que trato con un tema muy controvertido. La vida de mis protagonistas se parece a la de muchas mujeres pero, a su vez, es completamente diferente a las de otras».

«Mi compromiso como cineasta es compartir con la espectadora las vivencias y emociones que viví aquella tarde con Luz y Nerea, ojalá pueda conocer más historias para poder compartir otras perspectivas», añade. Finalmente, y en relación a las emociones que siente tras finalizar el rodaje apunta que «ha sido una de las cosas más emocionantes que he vivido. Llegar a set y ver que la escena que tienes en tu cabeza es tal y como lo que ves por la cámara es pura magia. Vengo del documental, donde lo que ves es lo que hay, los rodajes son reducidos y se centran en buscar. En ficción cada día es construir un universo nuevo. Para mí, el equipo ha sido lo más importante. Quería proporcionar libertad creativa a cada departamento, me he fiado de su instinto y ellas del mío, ha sido como jugar con tus amigas».

Isabel Pérez Sáez

Hasta la fecha Isabel Sáez siempre ha encaminado su ruta creativa dentro del cine documental y desde una perspectiva feminista. Su primer cortometraje (‘En ningún sitio como en casa’, 2010), fue un retrato intimista de la relación entre la autora, su padre y el revelado analógico de fotografía.

Sin embargo, en su siguiente trabajo (‘Des-Nortadas’, 2011), la directora marcó una línea social, implicada en una visión inmersa en la perspectiva de género. Este corto narró la historia de Maria, una joven de 30 años, soltera, sobrecualificada y en paro, y de pronto implicada de lleno en el 15 M. Gracias a este trabajo, Isabel recibió una doble mención por parte del jurado de CinemaJoven 2012.

En 2013 codirigió el documental ‘De sentido común’, donde analizó la crisis económica desde una perspectiva alternativa de la mano de economistas y activistas como Amaia Perez Orozco y Ada Colau. Este documental ganó el premio al Mejor Guion del Festival de Cine de Calatrava en 2014.

Antes de abordar su siguiente largometraje codirigido, realizó pequeñas piezas para el concurso No-todofilmfest.es, en las que abordó diferentes temas como la sexualidad, el poliamor y el trabajo sexual. Entre estas piezas figuró ‘El Intercambio’, un documental sobre una trabajadora sexual de Venezuela.

En 2018, codirigió ‘Zauriak: locura, cuerpo y feminismos’, un largometraje documental en torno a la locura, los malestares y la salud mental pero abordado desde una perspectiva feminista y destinado a dar visibilizar a la intersección entre la salud mental, el sufrimiento sico-social y las vivencias de género.

Su último trabajo, el cortometraje ‘Chicas Prepago’, arrancará su andadura el próximo 24 de marzo en en los Golem Baiona de Iruñea y continuará su periplo el 31 de marzo en Barcelona y el 7 de abril en Madrid.

En dichas presentaciones participarán, además de la directora del cortometraje, trabajadoras sexuales y activistas.