Ramón Sola

Borrell, el jacobino de los «cuatro indios», enuncia la proclama proindígena de la UE

La Unión Europea ha lanzado este lunes un alegato en favor de los derechos de los «pueblos indígenas» pero quien lo ha enunciado ha sido un furibundo opuesto a las naciones sin Estado que además minimizó el genocidio de los indios americanos: José Borrell.

José Borrell, en una sesión comunitaria reciente.
José Borrell, en una sesión comunitaria reciente. ( Francois Walschaerts | AFP)

La Unión Europea (UE) ha querido proclamar este lunes su compromiso con que los pueblos indígenas tengan voz en los procesos de toma de decisiones mundiales y ha pedido acabar con la impunidad en las muertes de activistas en favor de sus derechos. Pero quien lo ha enunciado ha sido José Borrell, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, y conocido por su beligerancia con los procesos catalán o vasco. Sin olvidar que en su día también banalizó el genocidio de los indios americanos en estas declaraciones.

En una charla en la Universidad Complutense de Madrid en 2018, Borrell dijo lo siguiente: «¿Por qué los Estados Unidos de América tienen mayor nivel de integración política? Primero, porque tienen el mismo idioma todos, y segundo, porque tienen muy poca historia detrás. Nacieron a la independencia prácticamente sin historia, lo único que habían hecho era matar a cuatro indios, pero aparte de eso...fue muy fácil».

La realidad de los hechos es que solo en California la población india nativa quedó diezmada en apenas medio siglo, de 150.000 a 15.000. Por lo que respecta a la colonización española de América Latina, estudios estiman en 56 millones de indígenas el número de personas matadas.

Borrell, que tras aquellas palabras lamentó luego haber sido «demasiado coloquial», ha afirmado hoy que «la UE se solidariza con los más de 476 millones de personas indígenas de todo el mundo, ya sean los san y los khoekhoe de Sudáfrica, los aymaras de la cordillera andina, los maoríes de Nueva Zelanda, los saami del norte de Europa que habitan en Sápmi o los inuit de Groenlandia».

Con ocasión de la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas el 9 de agosto, la UE ha querido afirmar un «firme compromiso con el respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas», aludiendo a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y en la legislación internacional sobre derechos humanos.

En concreto, Borrell ha dicho que la UE se compromete a promover la participación de los líderes indígenas y de los defensores de los derechos humanos de los indígenas en los procesos de desarrollo y en los principales foros mundiales de toma de decisiones.

«La aplicación del principio de consulta de buena fe con los pueblos indígenas para obtener su consentimiento libre, previo e informado en las decisiones que les afectan sigue siendo fundamental», ha considerado. El derecho a decidir toma por tanto una curiosa forma, pasiva, en la que estos pueblos serían más objeto que suceso de decisiones sobre su futuro.

Junto a ello, Borrell ha afirmado que la UE está trabajando en que haya «normas más eficaces sobre la conducta empresarial responsable», a fin de fomentar el comportamiento «sostenible y responsable de las empresas, incluso en las tierras indígenas».

Ha admitido que al menos 358 defensores de los derechos humanos fueron matados en 2021 y que casi el 60% eran «valientes defensores de la tierra, el medio ambiente o los derechos de los indígenas», y que más de una cuarta parte de ellos eran indígenas.

«La UE seguirá aprovechando sus políticas, diálogos, instrumentos de financiación y todas las demás herramientas para apoyar a los pueblos indígenas y acabar con la impunidad», ha proseguido.

El clima y la lengua

La UE recuerda que los pueblos indígenas habitan casi una cuarta parte de la superficie terrestre del mundo y son «custodios y defensores fundamentales de más del 80% de nuestra diversidad biológica», pero alerta de que se encuentran al mismo tiempo entre los más afectados por los graves impactos del cambio climático y la degradación medioambiental.

Igualmente, destaca que la identidad de los pueblos indígenas suele estar estrechamente vinculada a sus tierras y a sus lenguas, complejos sistemas de comunicación desarrollados durante milenios.

Más de 4.000 lenguas indígenas se ven amenazadas porque muchas de ellas no se enseñan en la escuela ni se utilizan en la esfera pública, ha recordado Borrell.