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Cambios en el funicular de Artxanda: nuevos vagones, nueva estación superior y un jardín

La renovación de los vagones, la construcción de un jardín vertical, la instalación de paneles solares y la rehabilitación de la estación superior son los proyectos que supondrán una gran remodelación en el funicular de Artxanda.

El funicular de Artxanda partiendo de la estación superior, que será renovada próximamente.
El funicular de Artxanda partiendo de la estación superior, que será renovada próximamente. (Ayuntamiento de Bilbo)

El funicular de Artxanda acometerá una renovación importante de sus instalaciones. Tal y como ha explicado la concejal del área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbo, Nora Abet, en el marco de la Semana Europea de la Movilidad, el objetivo es convertir este popular medio de transporte en un funicular de tercera generación para el siglo XXI, «que sea capaz de dar respuesta a la tasa de crecimiento de usuarios actual y la prevista con el desarrollo del monte Artxanda».

El programa de remodelación del funicular de Artxanda consta de cuatro proyectos diferenciados que se encuentran en diferentes fases de diseño, ejecución o licitación.

El de mayor calado económico es un plan de renovación de los vagones del funicular con el objetivo de ampliar la capacidad de transporte desde los 70 pasajeros actuales hasta los 120 viajeros/hora, a través de la dotación con vagones de mayor capacidad y del aumento de las frecuencias de viaje. El proyecto permitirá también aumentar la seguridad de la instalación con la puesta en marcha de nuevos sistemas de control y mando acorde a las nuevas normativas de transporte.

La renovación de los vagones, el estudio de viabilidad y diseño ahora en licitación, contempla una inversión cercana a los 3,5 millones de euros.

También acometerá el proyecto de rehabilitación de la estación superior, con los objetivos de «mejorar la experiencia del turista y visitante a través una imagen más atractiva y acorde al resto de actuaciones que se están llevando a cabo en el entorno del monte Artxanda». Contempla la instalación de puertas canceladoras, validadoras, salas de espera, etc., así como la instalación de zonas de comercio de conveniencia y merchandising dentro de la estación.

El tercer proyecto consiste en la instalación de un jardín vertical en la fachada principal del funicular, conectando los diferentes niveles entre Castaños y Matiko con un elemento de vegetación natural.

Por su parte, el proyecto de instalación de paneles solares y aprovechamiento de la energía de frenado del funicular se enmarca en el eje de mejora de la eficiencia energética. Con este objetivo, se adjudicará próximamente la instalación de autoconsumo para que esta infraestructura resulte autosostenible desde el punto de vista de generación de energía, y que pueda estar hibridado y verter los excedentes a la red eléctrica, lo que le permitiría conseguir una compensación neta en la factura.

Por último, se quieren instalar placas fotovoltaicas en el tejado de la pista de patinaje que se encuentra anexa a la estación superior del funicular, con el objetivo de que esta infraestructura resulte autosostenible desde el punto de vista de generación de energía, y que pueda estar hibridado y verter los excedentes a la red eléctrica.

Para llevar a cabo los proyectos de remodelación, el funicular recibirá el apoyo financiero de los fondos Next Generation de la Unión Europea. En concreto, tendrá una asignación de 1,7 millones de euros en el periodo 2022-2024, de los que 865.000 euros corresponderán a la rehabilitación de la estación superior, 470.000 euros se destinarán al diseño del futuro cambio de vagones, 275.000 euros, al jardín vertical y 95.000 euros, a la instalación fotovoltaica.

Historia del funicular de Artxanda

La proliferación de diversos ‘txaokis’ y un casino en Artxanda hizo que a primeros años del siglo XX muchos bilbainos utilizaran esta zona como lugar de esparcimiento y diversión. Este fue el motivo para que se comenzase a valorar un proyecto que uniera el centro de la villa con el monte Artxanda.

En 1915, la Dirección de Obras Públicas aprobó un proyecto de Evaristo San Martín y Garaz con una serie de mejoras. En ese momento se creó la sociedad Funicular de Artxanda. La maquinaria fue diseñada por una empresa suiza, especialista en este tipo de trenes de montaña. Finalmente, el 7 de octubre de 1915, el funicular hizo su primer viaje.

Imagen del funicular de Artxanda en sus primeros años. (Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril)

Durante el asedio de Bilbo por los franquistas en la guerra del 36, fueron bombardeadas las vías y la estación superior, con lo que se interrumpió el servicio hasta que el 18 de julio de 1938 se reinició con arreglos provisionales.

Un accidente el 25 de junio de 1976 hizo que la infraestructura quedase fuera de servicio hasta 1983, cuando, se realizó una reconstrucción absoluta de las vías, los vagones y las estaciones.

La última puesta al día del funicular data del año 2012, fecha en la que se llevaron a cabo trabajos de mejora y modernización de la estación de Castaños.