El Ayuntamiento de Bilbo ha presentado esta mañana el plan para construir un paseo de más de seis kilómetros que recorrerá toda la cornisa de Artxanda, desde Enekuri hasta Santo Domingo, con el objetivo de «transformar Artxanda en un nuevo espacio de encuentro para Bilbao y Bizkaia».

El proyecto, que cuenta con un presupuesto de licitación de 4,3 millones de euros, tiene un plazo de ejecución de 16 meses, ha explicado esta mañana el concejal delegado de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, Asier Abaunza.

Se trata de construir un paseo de más de seis kilómetros, de dos a dos metros y medio de ancho, a lo largo de la carretera BI-3741 con nuevas zonas estanciales y miradores para poder dotar al parque de Artxanda de buena accesibilidad.

Para llevarlo a cabo, se planea estrechar los carriles de ambos sentidos hasta los tres metros y se limitará la velocidad a 30 km/h en todo el recorrido, a excepción del tramo entre Nogaro y el Colegio Trueba, donde se reducirá a 20 km/h.

Según han explicado el pavimento del paseo será de un hormigón drenante verde, y estará protegido de la calzada mediante una barrera con alma metálica y forrada de madera, «más acorde al entorno natural de Artxanda».

Se crearán también zonas estanciales con bancos y se renovarán los miradores ya existentes, además de habilitar tres más.

A partir de ahora comienzan los trámites administrativos de licitación y adjudicación de la obra, que durarán entre cuatro y seis meses, por lo que, si todo va bien, el paseo podrá ser terminado a principios de 2023.

Este proyecto se enmarca dentro del Plan de Activación de Artxanda. El Ayuntamiento asegura que su objetivo es «potenciar las capacidades de este entorno salvaguardando en todo momento su carácter natural y sostenible». Sin embargo, estos objetivos contrastan con la idea de la sociedad Promociones Zubiarraun 2004 de construir un gran vertedero que ocuparía 40 hectáreas en las faldas del monte Ganguren, situado en la misma zona.