Mariona Borrull

‘Marlowe’: Sombrero de fieltro y whisky con hielo

Estado español – Irlanda – Estado francés, 2022. 110’. Dirección: Neil Jordan. Guion: William Monahan, Neil Jordan. Intérpretes: Liam Neeson, Diane Kruger, Jessica Lange, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Ian Hart, Colm Meaney, Danny Huston, Alan Cumming.

Fotograma de ‘Marlowe’.
Fotograma de ‘Marlowe’. (Zinemaldia)

Neil Jordan (‘El buen ladrón’) adapta una nueva aventura del icónico detective de Raymond Chandler, releído en una novela por John Banville en 2014. Eso importa, porque Jordan (él mismo un clásico moderno) toma al personaje de Chandler de segundas, como vehículo para un tipo de narrativa celebrada por su quintaesencia antigua, lustrosa, noir. Invocamos a Marlowe, insomne y buen bebedor, al ribete triste de una armónica. Como toca, una mujer fatal se presenta a su despacho para encargarle la búsqueda de un amante desaparecido, un tipo en el que todo el mundo parece interesado. Parsimoniosa, la película se deleita en los sabores chapados y leñosos de los bajos fondos made in L.A.: ‘Marlowe’ encuentra su corazón atemporal en los lápices de ojos, la opulencia kitsch de los clubes privados (grandísimo nombre para el Club Corbata) y una estética telefilmesca a base de ocres, blancos rutilantes y negros intensos.

Liam (Marlowe) Neeson lleva años siendo un rescatador cansado y Diane Kruger retuerce las maneras eróticas de la femme fatale hasta la ironía. Su elección como protagonistas aparece como otra celebración a las bondades de un cine crepuscular, en una película que sabemos resabida pero igualmente plagada de decisiones elegantes e instantáneas de puro disfrute referencial. Un montaje divertido y una planificación elegante demuestran que se ha pensado sobre una fórmula que podría haber discurrido en piloto automático… Ojalá reconozcamos su brillo por encima de nuestro prejuicio.