El proyecto transmedia 'Black is Beltza II: Ainhoa' sumó un nuevo apartado con la publicación del cómic homónimo. Si el primer 'Black is Beltza' fue creado por el artista argentino Dr. Alderete, en esta nueva entrega la firma corresponde a la prestigiosa artista catalana Susanna Martín.

Nacida en Barcelona en 1976, esta multigalardonada ilustradora y diseñadora gráfica cuenta con una obra plenamente enraizada en la realidad y la reivindicación social e histórica. Entre sus obras figuran ‘Sonrisas de Bombay’ (2012), ‘Alicia en un mundo real’ (2010), ‘Gaza Amal: Historietas de mujeres valientes en la Franja de Gaza’ (2016) y es coautora junto a Isabel Franc de ‘¡No somos hermanas!’ (2010-2011), Flàvia Company ‘Aliciadas’ (2010-2011) y María Castrejón ‘Annemarie’ (2019).

A la hora de recoger sus impresiones, la artista recordó a GARA la emoción sentida durante la proyección en el Velódromo del filme dirigido por Fermin Muguruza. Según dijo «aquello fue impresionante. Fue una de esas situaciones en las que sientes cómo se te pone la piel de gallina. Los momentos previos a su proyección fueron alucinantes. Observar cómo se entregó el público, la gran fuerza que siempre transmite Fermin y ver a personalidades que yo había trasladado a viñetas, me produjo una gran alegría y emoción».
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Jugar y subvertir 

En relación a las diferentes fases por las que atravesó el desarrollo del cómic, explicó que «ha sido agotador y muy reconfortante. Ten en cuenta que ha sido el trabajo de un año lo que se refleja en el cómic. Ahora es cuando miras de reojo al pasado y recuerdas la llamada de Fermin para preguntarme si estaba interesada en ser partícipe de un proyecto tan monumental como ‘Black is Beltza II: Ainhoa’ y redescubres las diferentes etapas del viaje creativo e intelectual que ha supuesto hasta su conclusión. Ha habido de todo. Momentos de estrés, de tener que apretar el acelerador y, al mismo tiempo, de grandes satisfacciones».

«Fermin me enviaba constantemente material de archivo y era tal la cantidad que a veces tenía que bloquearle el WhatsApp. Es un artista muy completo y metódico pero ello no ha impedido que haya tenido libertad creativa», dijo entre sonrisas.

Entre las aportaciones que realizó en el cómic, Martín recuerdó que «he querido jugar un poco con el guion de la película sin alejarme de él. Por ejemplo, para el rostro de Rafa, el fascista, me inspiré en Julio Iglesias con barba y para el director de EGIN, Javier Salutregi, le puse en plan periodista yanqui, de esos que ponen los pies sobre la mesa de su despacho mientras fuma. En la película todos los personajes son guapísimos y yo he querido subvertirlo un poco».

Finalmente, subrayó que «yo soy una recién llegada a Euskal Herria y esta experiencia me ha servido para tener información de primera mano de multitud de acontecimientos que, por edad, no tenía especial conocimiento. El repaso histórico que hace es brutal. La semana pasada estuvimos en Barcelona y la recepción del cómic fue muy positiva y provocó reacciones emotivas».