Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Pablo Milanés, el eterno legado musical del trovador de Bayamo

Cofundador junto a Silvio Rodríguez y Noel Nicola de la nueva trova cubana, Pablo Milanés falleció este 22 de noviembre. El poeta y trovador de Bayamo siempre será recordado por ser autor de un repertorio de clásicos como  'Yolanda', 'Amo esta isla' o 'Yo no te pido', entre otras.

Pablo Milanés. (Javier SALAS / EMOTIONAL EVENTS)
Pablo Milanés. (Javier SALAS / EMOTIONAL EVENTS)

«Ha muerto Pablo, leemos al despertar este martes en Rusia, y el dolor llega con la noticia. Desaparece físicamente uno de nuestros más grandes músicos», así se expresó, vía Twitter, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al conocer el fallecimiento del cantautor Pablo Milanés. En su tuit, el mandatario añadió «Voz inseparable de la banda sonora de nuestra generación. Mis condolencias a su viuda e hijos, a Cuba».

Considerado como una las figuras más representativas de la música en Cuba, Pablo Milanés falleció este 21 de noviembre, en Madrid, a la edad de 79 años. Un año antes, el trovador cubano reveló a ZAZPIKA que se encontraba ilusionado ante el nuevo reto que suponía el regreso a los escenarios con su gira 'Días de Luz', una nueva etapa sonora nacida de la introspección que le aportó la pandemia.

Según expuso Milanés «yo por lo menos he estado disfrutando de mi familia, en un ambiente tranquilo, pero entiendo que para muchos no haya sido así. Y sí me ha servido para componer, en eso estoy». A la hora de definir lo que supuso arrancar la ruta de 'Días de Luz', añadió que «es una nueva etapa, que quise nombrar así para tratar abrir simbólicamente un nuevo tiempo más esperanzador, creo que nos hacen falta días de luz. En cuanto a la gira, ese concepto se traducirá en una puesta en escena muy íntima, solo con un piano y un chelo, como instrumentos, y yo cantando, creando un clima reflexivo y emocional a la vez».

Bayamo-La Habana

Para abordar los orígenes musicales de Pablo Milanés tenemos que remontarnos hasta su infancia en Bayamo, ciudad en la que nació el 24 de febrero de 1943, cuando comenzó a cantar como aficionado en la radio. De aquellos días siempre recordó el premio que ganó a la edad de 6 años en la radio CMXK de Bayamo y a ritmo de corrido mexicano, 'Juan Charrasqueado'.

Arrancada la década de los años 50, se trasladó junto a su familia a La Habana y fue aquel primer contacto con sus calles y la música constante que se colaba entre ellas lo que le llevó a tener un primer contacto con artistas populares y grupos tradicionales que se convirtirían en sus primeros mentores musicales. Es cierto que tuvo algunos años de formación académica en el Conservatorio Municipal de La Habana, pero Milanés siempre reivindicó la figura de aquellos músicos de la calle, de su barrio y los cafés que frecuentaba, como sus referentes principales.

El filin -o la música tradicional- no fueron las únicas fuentes de las que bebió el futuro trovador, en su imaginario de corcheas y bongos también hubo cabida para los ritmos norteamericanos y brasileños. Fue en los 60 cuando inició su ruta profesional en varios grupos vocales como el trío Los Armónicos o el conjunto Sensación, aunque realmente donde tuvo un papel protagónico fue con el Cuarteto del Rey, una agrupación especializada en los espirituales negros que surgieron de entre los esclavos negros de los Estados Unidos en el siglo XIX.

A todo ello se sumó su gran pasión por el jazz que «sigue siendo una de mis grandes influencias junto con la música barroca. Para mí el jazz es el género universal, porque da motivo a la inspiración, a la improvisación y a todo el sentimiento que brota del que lo toca».
En esos años claves de su carrera también contó con la contribución de un gran maestro, el músico cubano Luis Carbonell que lo introdujo sobre todo en el mundo de la música barroca, un añadido más en la lista de influencias que tuvieron sus composiciones. La fusión siempre ha estado presente en su repertorio y fue para Milanés «una apuesta viable, siempre y cuando la fusión no vaya a resultar una confusión».

​Repertorio de clásicos

En 1963 compuso 'Tú, mi desengaño' su primera canción, arraigada en el filin. A partir de entonces interpretó sus propias canciones en clubes como el Saint John, El Gato Tuerto o el Karachi; y en 1964 pasó a formar parte del grupo vocal Los Bucaneros.

Dos años después y con la composición 'Mis veintidós años', se introdujo en un nuevo lenguaje musical que aglutinaba las tendencias tradicionales con su necesidad de experimentar nuevos caminos musicales y creó un repertorio de canciones que versaban sobre el amor o el compromiso político y social. A partir de entonces arrancó su viaje sonoro, siempre colindante a las calles que acogieron la cultura popular que hizo suya y transmitió a partir de su repertorio.

Poseedor de un cancionero plagado de clásicos como 'El breve espacio', 'El tiempo pasa', '¡Cuánto gané, cuánto perdí!', 'De que callada manera', 'Yo pisaré las calles nuevamente', 'Pobre del cantor', 'Canción por la unidad latinoamericana', 'Proposiciones', 'La felicidad', 'Yolanda” y 'Yo no te pido', en sus reflexiones en torno a lo que suponen canciones de este calibre, antepone el peso emocional a la mecánica de ser añadidas una y otra vez en su repertorio.

Ejemplo de ello es la ya mencionada 'Yolanda', la cual nunca dejaría olvidada porque «no la compuse para ponerle fin. Tal y como escribí, este tema será ya una canción eterna».

No obstante, el trovador cubano siempre mantuvo presente aquellas otras canciones que compuso pero que nunca recibieron la atención que, en su opinión, merecieron. Sobre ello dijo «a veces me da tristeza que muchos temas, para mí importantes musicalmente, sean desconocidos. Pero no creo que eso sea responsabilidad de la gente: primero existe una magia que hace que unos temas se prendan más que otros, y, por otro lado, una vez que sucede eso, los medios de comunicación son los que más reproducen y que los otros temas sean escuchados, ya resulta muy difícil»