El acercamiento de Luca Guadagnino al género de terror tuvo lugar con el reciente remake del clásico de Dario Argento ‘Suspiria’ (2018), y parece que con ‘Bones and All’ (2022) quiere seguir explorando en el horror, pero siempre bajo su particular prisma autoral. Y, como ya sucedía con ‘Call Me By Your Name’ (2017), su cine provoca rechazos y adhesiones por igual, en una división de criterios que inclina la balanza a su favor gracias al apoyo incondicional de los grandes festivales internacionales. Su nueva propuesta se llevó en la Mostra de Venecia el León de Plata a la mejor Dirección y el Premio Marcello Mastroianni a la Mejor Actriz Novel para Taylor Russell.

Sin entrar en las supuestas intenciones provocadoras de ‘Bones and All’ (2022), su ilustración del canibalismo puede ser vista como una ambigua metáfora sobre las personas diferentes, aquellas que no deberían ser juzgadas o marginadas en función de las inclinaciones con las que nacen.

Esta especie de romance de carretera con la antropofagia como telón de fondo une a gentes que necesitan alimentarse de carne humana, pero que no son asesinos.