Maddi Txintxurreta

Los jefes de servicio no ven base técnica en la decisión de Lakua y llaman al diálogo

Rueda de prensa de los jefes de servicio de la OSI Donostialdea.
Rueda de prensa de los jefes de servicio de la OSI Donostialdea. (FOKU)

Los argumentos que el Departamento de Salud de Lakua esgrimió para justificar el cese de la directora gerente de la OSI Donostialdea, Itziar Pérez, y la posterior destitución de la directora médica, Idoia Gurrutxaga, fueron la falta de confianza en la dirección y la incapacidad del equipo gerente de trabajar en red, razones que los jefes de servicio de esta OSI han rechazado en la rueda de prensa que han ofrecido este miércoles por la tarde. A pesar de todo, insisten en que están abiertos a negociar «sin líneas rojas».

La decisión del cese responde a «una medida punitiva más que lógica» a juicio del neurólogo del Hospital de Donostia Adolfo López de Munain. Ha reclamado a los responsables políticos que especifiquen las causas del despido, ya que, a su entender, la «falta de confianza» a la que alude Lakua es una razón «pobre» y ha negado que el equipo directivo del conjunto hospitalario sea incapaz de trabajar en red. «Nuestros adjuntos están trabajando con los hospitales de Bidasoa, Zumarraga y Mendaro y hemos compartido especialistas con Álava y Navarra. No podemos aceptar que digan que no trabajamos en red», ha sentenciado.

López de Munain ha comparecido en la rueda de prensa junto a Cristina Berecibar, responsable del área de Paliativos, María Teresa Rodrigo, jefa de servicio de Nefrología; Jon Zabaleta, jefe de sección de Cirugía Torácica; Miren Telleria, jefa de sección de Hemodinámica-Cardiología en funciones y José María Enríquez-Navascués, jefe de servicio de Cirugía, a quienes han acompañado numerosos médicos en la sala de actos del Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa.

El neurólogo ha dado a entender que las decisiones que adopta el Departamento de Salud denotan falta de conocimiento de la gestión médica. «Muchos nos sentimos partícipes de cómo ha ido creciendo este hospital durante cuarenta años y una decisión técnica mal tomada puede poner esto en riesgo», ha lamentado.

Ha aclarado esta cuestión mencionando el ejemplo de la gestión de Onkologikoa: «Construir Onkologikoa en una OSI aparte como una OSI extraterritorial, una especie de condado de Trebiñu al uso, es una barbaridad». Ha explicado que un hospital formado solamente con oncólogos «no es concebible», ya que estos pacientes son «transversales» y requieren de profesionales de otras muchas especialidades. Ha desvelado, además, que en alguna reunión entre agentes políticos y gestores del hospital «se llegó a plantear trasladar a los enfermos de Onkologikoa al hospital en ambulancia». «Este es un ejemplo de una decisión técnicamente no sostenible», ha criticado.

Otro foco de las discrepancias con la dirección de Osakidetza es, según han aclarado, su intención de implantar a Cruces el tratamiento para la cirugía del cáncer de peritoneo que ya se ofrece en Donostia. José María Enríquez-Navascués ha explicado que carece de sentido disponer en la CAV de dos centros especializados en esta enfermedad, ya que el tratamiento que se aplica en Gipuzkoa desde hace ocho años responde «a un problema de corto alcance»: en la CAV no hay más que 20-25 enfermos anuales. Ha apuntado que desarrollar de una manera eficaz este tratamiento requiere de varios años de experiencia y preparación, por lo que ha mostrado su sorpresa de que esta enfermedad se quiera tratar también en Cruces: «En Donostia tardamos ocho años en aprender, si lo partimos en dos, necesitaríamos 16 años para tener una base sólida de tratamiento. En 16 años estos tratamientos se volverían obsoletos».

En este sentido, Adolfo López de Munain ha reivindicado que se tenga en cuenta la opinión de los profesionales en la toma de decisiones de gestión sanitaria. «Hay un problema que me gustaría trasladar a la ciudadanía: cómo es la relación que se debe dar entre un gestor político, cuando no tiene ningún conocimiento de la cuestión sanitaria, con los subordinados que deben ejercer la política. La relación no puede ser de subordinación cuando algunas decisiones son lesivas para los objetivos de una organización cuyo objetivo es garantizar la asistencia sanitaria a los ciudadanos», ha explicado.

Suman apoyos

De los 47 jefes de servicio ya son 42 los adheridos a la carta de denuncia publicada el pasado lunes y, según han indicado este miércoles, otros estamentos como los jefes de sección adjuntos, enfermería y residentes «se están organizando» para sumarse, no tanto al contenido concreto de la carta como a una solicitud conjunta de «diálogo» sobre los «problemas de gestión de Osakidetza».

Los jefes de servicios han destacado que van sumando apoyos, como se ha podido comprobar, han dicho, en la protesta llevada a cabo este miércoles por la mañana en el Hospital Donostia, donde han participado también jefes de sección, según López de Munain.

También han establecido contactos con representantes de la Atención Primaria, que pertenecen también a la OSI, e incluso con médicos de otros hospitales, como el de Basurto, que tiene su propia problemática pero que comparten algunas de las reivindicaciones planteadas por los jefes de servicio del hospital donostiarra.

Dispuestos a negociar

Los médicos han planteado sus demandas en una rueda de prensa en la que han asegurado que los ceses del viernes han «inflamado un territorio que estaba ya en alto riesgo de incendio».

Han subrayado a pesar de todo que están dispuestos a negociar con Lakua, pero no han recibido ninguna invitación concreta por parte del Gobierno autonómico, a pesar de que su portavoz, Bingen Zupiria, haya afirmado que el Ejecutivo está dispuesto a sentarse.

Adolfo López de Munain ha admitido que los médicos firmantes no constituyen «un sindicato» ni una «plataforma» para negociar con Osakidetza, pero sí un «buen cuerpo consultivo», tras lo que ha opinado que la directora de Osakidetza, Rosa Pérez, y la consejera Gotzone Sagardui, «deben considerar el caudal de conocimiento que tiene la organización» y tener en cuenta la opinión de los técnicos al adoptar determinadas decisiones.

En su opinión, si el Departamento de Salud no muestra capacidad de diálogo con los profesionales, «este problema le estallará al gobierno que sostiene a la consejera», ya que, a su juicio, «es suicida para un gobierno no atender a estas cuestiones» que preocupan a la ciudadanía.

Cinco puntos

Reclaman abrir vías de negociación con la dirección de Osakidetza y Lakua, a donde los jefes de sección llevarían cinco peticiones concretas, partiendo por la formación de una mesa consultiva para evitar la división de la OSI y consensuar la integración de Onkologikoa en ella.

Asimismo, solicitan que se constituya otra mesa «que analice las propuestas de decisiones estratégicas con respecto a la ubicación de unidades de referencia o altas tecnologías que deben tomarse bajo criterios técnicos y de oportunidad basados en el trabajo, trayectoria y experiencia de los equipos».

Ven necesario descentralizar la gestión de los recursos humanos y regresarla a las OSI, ya que entre ellas comparten a menudo el personal.

Creen «imprescindible» hacer un perfilado técnico de las diferentes plazas, ya que critican «actualmente se hacen de manera arbitraria en detrimento de las necesidades del Hospital de Donostia». En este punto reivindican que se actualicen las OPEs.

Por último, conscientes de las dificultades que atraviesan los profesionales de la Atención Primaria, consideran necesario establecer con ellos una mesa de trabajo conjunta y promover «un cambio estructural» en el sistema de salud.