
El Área de Movilidad y Sostenibilidad del Consistorio bilbaino ha puesto en marcha en el Casco Viejo una prueba piloto de reparto sostenible de última milla para llevar a cabo en este espacio declarado recientemente Zona de Preferencial Peatonal.
El proyecto corre a cargo de la multinacional cervecera Heineken y su distribuidor en Bizkaia, que utilizarán dos pequeñas furgonetas eléctricas de la start-up andaluza Scoobic para el reparto de «última milla» a 200 locales de hostelería del Casco Viejo, tras cargar las mercancías en el mercado de La Ribera.
La concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete, ha asegurado en la presentación este martes de la iniciativa que el objetivo es «facilitar y mejorar los procesos de carga y descarga en Bilbao, y hacerlo de una forma sostenible, porque el objetivo es conseguir que nuestra ciudad sea más verde, más accesible y más respetuosa con el medio ambiente. Una ciudad más vivible».
Los organizadores calculan que con este sistema se evitará la emisión a la atmósfera de 1.650 kilos de CO2 al año en la ciudad, mientras la multinacional cervecera avanza en su objetivo de ser una empresa de cero emisiones netas en todo su proceso.
Este sistema de pequeñas furgonetas eléctricas está diseñado para operar en cascos antiguos y ya funciona en Sevilla y Málaga y se está probando en Madrid, Ciudad Real y Sitges.
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