Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

El PP, entre la irrelevancia y una paridad de facto con UPN

Javier García, de campaña en Iruñea con dos exmilitantes de UPN, Salanueva y García-Malo.
Javier García, de campaña en Iruñea con dos exmilitantes de UPN, Salanueva y García-Malo. (Pablo LASAOSA)

Lo más importante en el espectro de la derecha en Nafarroa será, evidentemente, la correlación de fuerzas. Si UPN sacará dos votos por cada uno del PP o si sacará tres. Ahí anda la cosa, según las encuestas: 13-6, 14-4, 15-4... Muy difícil afinar el dato. Sin embargo, más allá de esa primera lectura, un escaño puede valer más o menos según el juego de mayorías. Y el PP puede ser prácticamente tan relevante como UPN si los astros se alinean a su favor.

Además de la alianza a la izquierda que ha mantenido a María Chivite en el poder estos cuatro años –que la lehendakari aspira a repetir, según ha venido declarando–, el PSN activó estos cuatro años una segunda mayoría parlamentaria cuando le interesó, uniendo sus votos a los de Navarra Suma, como cuando elevó el programa PAI a modelo educativo, por ejemplo. En la próxima legislatura también habrá momentos así. Por ejemplo, a la hora de discutir temas fiscales o política lingüística.

Si la suma de votos de PSN y UPN no llegara a los 26 asientos (los sondeos ahondan en esta posibilidad), tendrían que recurrir necesariamente al apoyo del PP para conseguir la mayoría absoluta. Y este es un poder político enorme para Javier García y su equipo de tránsfugas, casi tan grande como el de UPN con el doble o el triple de votos. Supone pasar de la irrelevancia parlamentaria a equipararse en poder con el partido más votado.

Si sus votos no sirvieran en el juego de mayorías, el PP puede acabar pasando cuatro años en el rincón, junto a Vox, en caso de que la extrema derecha logre representación.

Además de la correlación de fuerzas en la derecha y de su peso político práctico en el Parlamento, hay un tercer elemento para sopesar si el PP va a salir bien parado el domingo: sus perspectivas para las elecciones de noviembre.

Perspectivas

El líder del PP ya adelantó que en noviembre su formación se presentará a las generales en solitario, sin UPN, una decisión casi inédita.

En caso de alcanzar cinco o seis escaños, los de la gaviota partirían de una posición más creíble de cara a quedarse con uno de los cinco puestos de diputado que tiene asignados Nafarroa. Por contra, tres escaños o menos facilitaría que el voto útil de la derecha se concentrara en UPN.

Por lo que respecta a la CAV, el PP apunta a la absoluta irrelevancia en Gipukzoa y Bizkaia. Sí que mantiene peso en Araba, donde obtendría en torno al 15% de los votos, pero sin relevancia en el juego de mayorías.

En la CAV, el PP no tiene perspectivas de salir del rincón, si bien podría mostrar que ya ha tocado suelo y comenzar la remontada. Y luego, si logra La Moncloa en noviembre, volver a jugar un papel de relevancia desde otra posición distinta.