Alessandro Ruta

Venus Williams, el encanto interminable

La ex número uno del mundo del tenis femenino sigue jugando a sus 43 años. Con su hermana Serena retirada, ella ha vuelto a ser invitada a Wimbledon, donde ha caído en la primera ronda contra la ucraniana Svitolina. «Me gustaría jugar hasta los 50», ha dicho.

La mayor de las Williams, este lunes a sus 43 años y lesionada en la central de Wimbledon.
La mayor de las Williams, este lunes a sus 43 años y lesionada en la central de Wimbledon. (Glyn Kirk | AFP)

Una mujer de 43 años en el campo central de Wimbledon. Ha ocurrido este lunes. Y hace un cuarto de siglo ya estaba ahí, única en su estilo. Por aquel entonces una muchacha con trenzas variopintas, ahora más «clásica», siempre de blanco como manda la tradición del All England Club. Es Venus Williams, la mayor de las dos hermanas, la más tempranera, adelantada luego por Serena, una todoterreno impresionante capaz de ganar 23 títulos del Gran Slam.

Ambas han revolucionado el tenis, con su potencia física incomparable. Muchas víctimas han tenido que rendirse, levantar las manos, frente a estas primero chicas y luego mujeres, ya casi señoras, con un apellido muy normal (Williams) pero dos nombres de pila ya de leyenda. Contra ellas no era suficiente «jugar bien», porque tarde o temprano terminaban arrolladas.

Serena ha dejado las raquetas, tiene «casi» dos hijos (está embarazada del segundo), mientras que Venus sigue allí, dando caña ante jugadoras que podrían ser tranquilamente sus hijas. Incluso podría jubilarse, pero no lo hace. Primero porque la invitan al torneo más prestigioso del planeta; segundo, porque sabe y quiere competir, lo ha demostrado. «Me gustaría continuar hasta los 50 años», ha dicho en la previa de este torneo de Wimbledon.

Lesionada pero firme

Venus: Metro y 85 centímetros, un físico espléndido. Casi 30 años como profesional, 24 veces presente en Wimbledon, una vida entera dedicada al tenis, que hemos visto reflejada también en la película ‘King Richard’, con Will Smith en el papel (premiado con el Oscar) del padre de las dos hermanas, un hombre firme y obsesionado con el éxito de sus chicas.

«Algún día serán rivales en una final de Wimbledon», preveía, y así fue en 2002, 2003, 2008 y 2009. «Venus es buena pero cuidado con Serena, que es la mejor», anticipaba y también con acierto, porque Venus ha ganado «solamente» 7 Gran Slams, incluidos 5 en la hierba londinense. En 2017 llegó hasta la final perdiendo contra Garbiñe Muguruza.  

A los espectadores del campo central de Wimbledon esto no les interesaba este lunes: solo querían ver a una gigante del tenis. Pero Venus, durante el primer set, mientras iba venciendo 2-0, se ha lesionado de manera no leve en su rodilla, intentando una volea de revés y resbalando de mala manera. El partido contra la ucraniana Svitolina iba equilibrado, pero de ahí en adelante ha sido todo cuesta arriba para la californiana.

Bien pudiera haberse retirado tras la lesión, pero Venus ha competido contra una tenista 15 años menor y que hace un mes estaba en cuartos de Roland Garros

El marcador ha dictado finalmente un 6-4, 6-3. Los pronósticos eran todos en contra de la americana, que bien hubiera podido retirarse después de la lesión en la rodilla pero se ha mantenido firme, moviéndose poco, pero lo suficiente para poner en apuros a su joven rival. Demasiadas dobles faltas (7, desde siempre su punto débil) y muchos errores no forzados han sellado su derrota. El último punto ha sido bastante contestado. El «Var», de hecho, lo ha decantado después de una decisión incorrecta del juez de línea.

Venus ha dejado el campo con una amarga sonrisa, sin dar la mano al árbitro. El público estaba con ella y ha ovacionado su salida del central. Con 43 años y medio, tocada por la lesión, ha sabido pelear frente a una tenista que hace un mes estaba en cuartos de final de Roland Garros y que tiene 15 años menos que ella.

Sea como sea, un ejemplo para todas las jóvenes que, a pesar de provenir de un contexto difícil como el suyo, los suburbios de Los Angeles, han llegado a éxitos importantes. Ocurre en un mundo donde se está llegando poco a poco a la igualdad de género, sobre todo con respecto a los premios económicos.

Si Venus efectivamente se quedará hasta los 50 años, aquí seguiríamos esperándola.