Martxelo Diaz
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Ahora es el turno de María Chivite

Pasadas las elecciones al Congreso y al Senado, se espera una reactivación de las negociaciones para formar el Gobierno navarro. Las discrepancias con Geroa Bai, los sanfermines y la convocatoria electoral han sido un freno de mano. Ahora toca pisar el acelerador.

María Chivite y otros dirigentes del PSN en la reunión de la Ejecutiva Regional esta tarde.
María Chivite y otros dirigentes del PSN en la reunión de la Ejecutiva Regional esta tarde. (Iñigo URIZ | FOKU)

Superado el 23J vuelve el paralizado proceso de formación de gobierno en Nafarroa. Y tendrá que ser rápido. En primer lugar, porque hay un plazo para formar Gobierno si no se quiere tener que volver a convocar elecciones al Parlamento navarro, un escenario que no convence a nadie. El límite es el 28 de agosto, cuando se cumplen tres meses de las elecciones forales.

María Chivite aparece reforzada en su papel de liderar la negociación tras el triunfo del PSN en las elecciones del domingo. El mapa de municipios muestra un sur navarro en el que ha triunfado el partido de Pedro Sánchez, imponiéndose en localidades como Tutera o Fitero, donde en las pasadas municipales UPN consiguió un triunfo arrollador.

Antes de las elecciones, el PSN mantenía ya la posición de marcar la negociación, para enfado de sus socios, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, que en estas elecciones no han cumplido sus objetivos de conseguir representación en el Congreso. Chivite ha presidido este lunes por la tarde la Comisión Ejecutiva Regional del PSN, oficialmente para valorar los resultados, pero también ha tenido sobre la mesa la negociación navarra.

Retoma la negociación del acuerdo programático con Geroa Bai y Contigo Zurekin

De hecho, según ha señalado Chivite antes de la reunión, los resultados del domingo han dado «muchísima fortaleza» al PSN y «le aportan legitimidad para seguir liderando un Gobierno en Navarra de progreso». Por ello, a partir de hoy tiene intención de retomar las negociaciones para el futuro Ejecutivo foral, todavía centradas en el acuerdo programático.

Ha admitido que a día de hoy están «sin ningún calendario para la conformación del nuevo Gobierno» porque lo «importante» es que el programa quede bien cerrado y que PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin estén «cómodos» con él para «garantizar la estabilidad del Gobierno» los próximos cuatro años.

Chivite ha dicho que el Gobierno «no va a contar con EH Bildu» y, preguntada si hablará con la coalición abertzale, ha recordado que el PSN «han sido claro» en este asunto, quiere un Gobierno con Geroa Bai y Contigo-Zurekin y por eso «estamos elaborando el programa de gobierno con ellos y esa es la línea que vamos a seguir».

En cualquier caso, las tres formaciones que participan en las negociaciones tienen interés en que fructifiquen, pese a las discrepancias. Ninguna de las tres puede permitirse un escenario en el que no se alcance un acuerdo de gobierno y haya que convocar de nuevo las elecciones.

El calendario favorece ahora las negociaciones para el Gobierno de Chivite, evitando las interferencias de Madrid. El Congreso no se constituye hasta el 17 de agosto, y a partir de ahí comenzaran las consultas con el rey y las negociaciones para formar el Gobierno español. Para entonces, el acuerdo navarro debería estar firmado o al menos suficientemente avanzado. Fuentes que conocen el estado de las negociaciones señalan que esta misma semana puede haber novedades en torno al acuerdo programático e, incluso, en la composición del Gobierno.

El papel de EH Bildu

No hay que olvidar que a pesar de que el PSN parece querer obviarlo, para que Chivite sea presidenta es necesaria, al menos, la abstención de EH Bildu. Antes de las elecciones españolas, desde EH Bildu ya se había manifestado que su planteamiento es frenar a la derecha y que eso pasa por Chivite, aunque no se olvida la jugada que les hicieron en la constitución de los ayuntamientos, dejando vía libre a UPN en Iruñea, Barañain, Eguesibar y Lizarra.

La noche del domingo en las redes sociales se pudieron ver reclamos para que EH Bildu sea más exigente en la negociación con el PSN, ahora que su presencia en Madrid es si cabe más importante. Puede ser una baza negociadora, pero tan malo es no llegar como pasarse. En cualquier caso, todo se aclarará en agosto.

En EH Bildu se destaca que sus posiciones son a largo plazo, de incidir en los cuatro años de la legislatura, como hicieron en la pasada, cuando cualquier norma necesitaba el visto bueno de su grupo. Quieren trabajar con «visión de legislatura, no con visión de investidura». Para ello es necesario que Chivite pueda formar gobierno, ya que la incidencia sería nula con la derecha en el Ejecutivo y una convocatoria de elecciones anticipadas no es garantía ni de repetir ni de mejorar resultado.

UPN, en horas bajas

Otro elemento que refuerza la posición de Chivite es la derrota electoral de UPN. En los últimos comicios, el partido de Javier Esparza ganaba las elecciones en Nafarroa. Eran victorias pírricas (excepto en las municipales) porque ganar no le suponía gobernar, lo que puede ser una lección para Feijóo. Que el PP le haya superado en votos y que UPN sea la cuarta fuerza en Nafarroa en estas elecciones es un bofetón. Y para más inri, el bofetón se lo ha propinado el tránsfuga de Sergio Sayas. Habrá que ver si el liderazgo de Esparza puede aguantar esto.