‘Honestidad y valentía por Navarra’ es el lema escogido por UPN para celebrar su decimotercer congreso, en el que se escogerá una nueva dirección que sustituirá a la encabazada por Javier Esparza. En este aspecto no habrá sorpresas, ya que mediante el pacto alcanzado por Cristina Ibarrola y Alejandro Toquero se votará una lista única a los principales órganos de dirección (Presidencia, Vicepresidencia y Secretaría General). Quienes han intentado mostrar su discrepancia con este acuerdo, finalmente han optado por retirar sus candidaturas al Comité Ejecutivo con críticas a la actual secretaria general, Yolanda Ibáñez, de ponerles trabas. 

Desde la lista oficial, mientras, se proclama que UPN es «un partido fuerte y cohesionado».

En lo que se refiere a la ponencia ideológica, tampoco hay grandes novedades. UPN se autoproclama el partido de «la mayoría de la gente de Navarra, trabajadora, moderada, innovadora, que busca la prosperidad de su tierra y sus familias» y se reafirma en su antivasquismo por «el ataque persistente del nacionalismo vasco a nuestros símbolo», por lo que rechaza la ikurriña. Además, proclama su orgullo por «la cultura e identidad vasca que siente una parte de los navarros», pero «rechaza la imposición de la lengua vasca o la discriminación entre navarros por razón del conocimiento de la lengua».

Ideológicamente se proclama «progresista de verdad» porque «nos gustan las nuevas tecnologías y el libre mercado orientado hacia el interés general».

Sin definir las alianzas

En la ponencia no se concreta cuál será la política de alianzas de UPN. En los últimos años, bajo la dirección de Esparza, se optó por la coalición Navarra Suma junto a PP y Ciudadanos para posteriormente volver a concurrir a las urnas en solitario. «La utilización de nuestras siglas de UPN, para nosotros, es un valor a preservar», señala la ponencia. Eso sí, se rechaza expresamente cualquier acuerdo con EH Bildu. «Nuestro mensaje es claro: ‘Nunca con Bildu’», proclama.

Concluido el plazo para coaliciones en la pasada madrugada, UPN no ha logrado un acuerdo con el PP y ambos partidos se han tirado los trastos a la cabeza por el asunto. Desde UPN, se prefiere obviar la cuestión.

Así, el principal acto del congreso del domingo será la entronización de Cristina Ibarrola como sustituta de Javier Esparza, con Alejandro Toquero como delfín. El alcalde de Tutera se mostró inicialmente crítico con la dirección y trató de articular una oposición desde Erribera. Sin embargo, su acceso a la Vicepresidencia gracias al pacto con Ibarrola ha acallado estas críticas.

Esparza se va, pero se queda

Esparza se va, pero se queda. Seguirá como parlamentario y habrá que ver si sigue siendo consejero. Ibarrola será presidenta del partido pero no parece que será la candidata a la Presidencia del Gobierno navarro en las próximas elecciones. La propia Ibarrola ha mostrado su voluntad de intentar recuperar la Alcaldía de Iruñea. ¿Será Toquero el candidato? Es una de las incógnitas que no se desvelarán esta semana.

Y poco más. UPN ha optado por encastillarse y evitar el debate ideológico, estratégico o de alianzas en una formación que lleva tres legislaturas fuera del Gobierno navarro y que acaba de ser desalojado de la Alcaldía de Iruñea. Esta ha sido precisamente la queja de los críticos, que sea priorizado el acuerdo por los puestos de dirección al debate.

UPN sigue añorando un PSN que era sostén del Régimen, pero se mantiene en el inmovilismo de criticar abruptamente a la formación de Chivite acusándole de «vender a Navarra» cediendo ante EH Bildu. Es el mensaje que ha empleado Esparza estos últimos años y es el que usó Ibarrola cuando sufrió la moción de censura. Y es el mismo que tiene Toquero desde Tutera. No parecen los mejores mimbres para recomponer las relaciones.

Las relaciones con el PP no son buenas. Sergio Sayas y Carlos García Adanero se cambiaron de partido y se llevaron a una parte considerable de la afiliación de UPN. En las pasadas elecciones al Congreso, el PP sacó más votos que UPN, lo que podría explicarse por el carácter estatal de los comicios, pero fue un aldabonazo para un partido que pretende ser el referente de la derecha navarra.