
La oficina del agente de su hijo, el director de cine Nick Cassavetes, ha confirmado este miércoles la muerte a los 94 años de Gena Rowlands en su casa de Indian Wells, en California. La actriz padecía Alzheimer desde hacía cinco años, como anunció su propio hijo en junio pasado en una entrevista con el medio ‘Weekly Entertainment’, donde repasaba su trabajo en el rodaje de ‘The Notebook’ (‘El diario de Noa’). Rowland interpretaba precisamente a una mujer con Alzheimer.
Mujer siempre valiente, la actriz encarnó en aquella película, de la que se cumplen precisamente dos décadas de su estreno en la gran pantalla, a Allie, la versión más adulta del personaje interpretado por Rachel McAdams. La abuela de Cassavetes, la actriz Lady Rowlands, también padeció Alzheimer y su lucha inspiró a Gena a interpretar a Allie este filme, basado en la novela de Nicholas Sparks.
Es difícil resumir la carrera de una actriz como Gena Rowlands, aunque hay, de alguna manera, tres roles por los que se ha quedado fijada en la memoria de varias generaciones de espectadores: uno, su interpretación valiente en ‘A Woman Under the Influence’ (‘Una mujer bajo la influencia’; 1974), de John Cassavettes, película por la que obtuvo ese año casi todos los grandes premios, entre ellos el premio a la mejor actriz en el Festival Internacional de Cine de Donostia; dos, ‘Gloria’ (1980), donde interpretaba a la volcánica y despegada ex novia de un gangster que tiene que hacerse cargo del hijo de sus vecinos, muertos a tiros sangre fría por la mafia; y tres este ‘The Notebook’ (‘El diario de Noa’), un taquillazo con el que se hizo conocida a las generaciones más jóvenes.
Fuera de la norma
La infancia de Virginia Cathryn Rowlands, nacida el 19 de junio de 1930 en Cambria (Wisconsin) de padre banquero y senador y madre pintora, parecía que la dirigía a una vida más convencional, pero, a los 20 años, esta fan de Bette Davis interrumpió sus estudios para tomar clases de teatro en Nueva York. Allí comenzó su «vida real» en el escenario y conoció a un joven y apuesto actor, John Cassavetes, con quien se casó en 1954, cuatro meses después de haberlo conocido.
Con una importante carrera en Broadway –estuvo en cartelera 18 meses con Edward G. Robinson con ‘In the Middle of the Night–, rechazó la carrera que le ofrecían en Hollywood y regresó a Nueva York a hacer el cine que le gustaba. «Siempre he seguido lo que me decía mi corazón y no me arrepiento», dijo posteriormente de aquella época.
Al margen del sistema de los grandes estudios, el matrimonio formado por John Cassavetes y Gena Rowlands creó retratos imborrables de la clase trabajadora. Dijo de su marido que había escrito para ella «los papeles más bellos que una actriz podría soñar», mujeres fuertes como la prostituta en ‘Faces’ (1968) o el ama de casa al borde de la locura en ‘Una mujer bajo la influencia’.
Por cierto, que el de Mabel fue el único papel que le rechazó a Cassavetes, porque la versión inicial era para teatro y le parecía «demasiado intenso emocionalmente para representarlo todas las noches». El autor la reescribió para el cine y Mabel le valió el Globo de Oro a la mejor actriz (1975) y la Concha de plata en Donostia ese año.
La dupla
Cassavetes, que «habló de las cosas en las que piensan las mujeres pero que no esperamos de un hombre», la hizo interpretar personajes fuertes en diez películas, entre ellas ‘Opening Night’ (Oso de Plata a la mejor actriz en los Premios de Berlín). Festival de Cine de Berlín, 1978), ‘Gloria’ (1980) y ‘Love Streams’ con Ben Gazzara (Oso de Oro 1984 en el Festival de Cine de Berlín).
Rodar con el hombre que rechazó los dictados de los grandes estudios de Hollywood fue «muy emocionante porque toda la responsabilidad del papel recaía sobre tus hombros», decía.
El cine marcó sus 35 años de matrimonio, filmando a menudo en casa, para ahorrar dinero y con sus fieles Peter Falk, Ben Gazzara y Seymour Cassel, con Gena haciendo espaguetis para todos, entre volutas de humo y vapores de whisky. Sus tres hijos no han escapado al virus: Nick, Xan (Alexandra) y Zoe son todos actores y directores.
Además de las nominaciones a los Oscar, Rowlands obtuvo tres premios Emmy, un Daytime Emmy y dos Globos de Oro. Fue galardonada con un Oscar honorífico en 2015 en reconocimiento a su trabajo y legado en Hollywood. «¿Sabes qué es lo maravilloso de ser actriz? No vives solo una vida», dijo entonces, porque «vives muchas vidas».
John Cassavetes murió de cirrosis hepática en 1989, y Rowlands volvió a actuar para mitigar su pena. Entre encargo y encargo, a veces acudía a festivales de cine y a los homenajes que se le han ido tributando a Cassavetes. «Quiero que todo el mundo vea sus películas», dijo en el Festival de Donostia en el que ciclo que se le dedicó en 1992. «John era único, la persona más intrépida que he conocido. Tenía una visión muy específica de la vida y de la individualidad de las personas», dijo entonces.
Su último papel en un largometraje lo interpretó en 'Six Dance Lessons in Six Weeks' (2014) coprotagonizada por Cheyenne Jackson.
Y, con su muerte, las redes se han llenado de homenajes a una vida fecunda, intensa y comprometida.

Ribera derecha de Burdeos, caladero de ideas para la construcción de viviendas

Ambulancias de Osakidetza, un servicio de camino a urgencias

Una acción de denuncia de la colaboración de CAF con Israel acaba con un detenido en Bilbo

Mikel Zabalza gogoan: «Memoriaren herria gara, ezkutuan gorde nahi dutena argitaratuko duena»

