La importancia de una buena nutrición en el rendimiento
¿Qué deben comer nuestras hijas e hijos cuando van a hacer deporte? ¿Cuántas horas antes? Y, sobre todo, ¿qué alimentación deben seguir para estar sanos? Todas estas y más preguntas ha podido responder Natalia Ibáñez, nutricionista de la Real Sociedad, en charlas organizadas para los familiares.

Natalia Ibáñez Soroa lleva cinco temporadas al cargo de la nutrición de las jugadoras y jugadores de la Real Sociedad. Estuvo dos temporadas con los equipos femeninos, Sanse y RSC, además de tres temporadas con Sanse, RSC y juveniles de Division de Honor.
Además de controlar la alimentación de los futbolistas, otra de sus funciones también es la de transmitirles conocimientos básicos de nutrición para rendir al máximo en cada entrenamiento y partido. Sin embargo, la alimentación es algo que se le debe dar importancia desde el momento que se inicia el camino deportivo, y es por ello que los padres y madres de los niños y niñas que empiezan en el fútbol en concreto tienen intereses sobre estos temas. Así, bajo el título “Nutrición práctica adaptada a fútbol base”, Natalia Ibáñez ha ido ofreciendo formaciones al respecto desde septiembre, y la última, realizada en Irun el pasado 21 de marzo, pudo contar con los familiares de clubes convenidos de la Real Sociedad en la comarca del Bidasoa.
En una charla comprensible para todos los públicos, la nutricionista fue de conceptos generales a ejemplos más prácticos. En resumidas cuentas, se subrayó que cuanto más variada sea la dieta, esta será más nutritiva. Asimismo, una alimentación adecuada parte de una planificación en cuanto a compra y preparación. Y este importante apartado corresponde a los padres y madres. Para llegar a estas conclusiones, Ibáñez comenzó por la bases de la nutrición. Es decir, hay que tener en cuenta que en la adolescencia hay muchos cambios físicos, emocionales y sociales. A ello se le añaden los jóvenes que practican deporte, que tienen un gasto extra de energía comparados con otras personas de su edad que no hacen ejercicio. Además, alertó de que la insuficiencia de ingesta energética podría provocar a la larga problemas de salud, como alteraciones en el crecimiento, la salud ósea, predisposición a la lesión o a caer enfermo, o incluso en la menstruación en el caso femenino.
Los carbohidratos, «la gasolina»
La base de la alimentación se debe componer de verduras, frutas, lácteos, grasas saludables, fuentes de proteínas de calidad variadas (pescados, carnes magras, huevos…) y en población futbolista destaca la importancia de incluir un aporte adecuado de carbohidratos en todos los momentos de ingesta (pasta, arroz, legumbre, tubérculos, cereales y derivados…), ya que estos supondrán una fuente de energía clave para la práctica deportiva en contexto del fútbol de hoy en día; «la gasolina».
De este modo, las ingestas principales (comidas y cenas) deberían componerse de vegetales, una fuente de proteínas y otra fuente de carbohidratos. Aunque estos últimos deberán verse incrementados, sobre todo, en días de entrenamientos intensos, dobles sesiones y/o día de partido. Y llegando a este punto, de cara al día del partido subrayó que la alimentación tendrá que aportar suficiente energía para afrontar el gasto de la actividad (en gran parte, en forma de carbohidratos), pero deberá ser de fácil digestión para evitar problemas gástricos (bajo en fibra y bajo en grasas).

En este punto, puntualizó que los carbohidratos, en su forma más simple, serían azúcares. Como norma general, se desaconseja su consumo para la población general pero en contexto deportivo puede resultar un recurso clave para el rendimiento. Es más, reveló que en el descanso de los partidos «suele ser habitual el uso de productos como los geles o incluso gominolas».
Resumiendo, Natalia Ibáñez puso ejemplos prácticos de cada comida el día de partido siguiendo las pautas mencionadas anteriormente. Insistió mucho en que «es importante desayunar todos los días, no solo el día de partido», ya que muchos de ellos en edades tempranas se juegan a primera hora de la mañana, y si uno no tiene costumbre de desayunar, el día del partido con prisa por salir de casa o nervios por jugar puede que no se tolere bien. «Y no desayunar no debería ser una opción de cara a jugar un partido». También puntualizó que lo ideal sería hacer la última ingesta principal 3-4 horas antes del partido, y si acaso llevar un snack alto en carbohidratos de fácil digestión para ingerirlo 1-2 horas antes del partido.
La recuperación y la hidratación
No nos debemos olvidar de la recuperación, tanto por parte de la hidratación como de la ingesta. «Es normal que no se tenga hambre en las horas siguientes al partido», reveló, ya que la actividad intensa suele suprimir el hambre. Por ello, optar por recursos líquidos (batidos de frutas con leche o derivados lácteos, con avena, por ejemplo), snacks fáciles de ingerir y comidas altas en carbohidratos con mayor nivel de aceptación serán de «vital importancia» para iniciar la recuperación lo antes posible.
Por último, y no menos importante, se trató sobre la hidratación, algo «esencial para asegurar el rendimiento». Se deben evitar refrescos con muchos azúcares y cafeína, de los cuales se observa un abuso considerable entre los jóvenes. Como recurso para ingerir en contexto del partido, se podría optar por una bebida isotónica como fuente de azúcares, sales y agua, tres cosas que se pierden haciendo ejercicio.
En definitiva, la hidratación debe ser «un hábito» y «esto también hay que entrenarlo», subrayó. «Desde el partido anterior empiezas a hidratarte».

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