Marcel Pena
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

Expertos analizan qué supondría establecer el cada vez más demandado salario mínimo propio

Las fundaciones Manu Robles-Arangiz e Ipar Hegoa han organizado este viernes en Bilbo un seminario para analizar qué supondría establecer un salario mínimo propio en los territorios de Hego Euskal Herria, una posibilidad cada vez más demandada a nivel político y sindical.

Una mesa redonda ha debatido sobre la posibilidad de establecer un salario mínimo propio.
Una mesa redonda ha debatido sobre la posibilidad de establecer un salario mínimo propio. (Monika DEL VALLE | FOKU)

La negociación de un sueldo mínimo propio para los territorios de Hego Euskal Herria es una reivindicación sindical que en el actual curso político han hecho suya las centrales vascas, como LAB y ELA, pero también otras de ámbito estatal como CCOO y UGT. A pesar del amplio respaldo sindical y político con el que cuenta esta propuesta, la patronal Confebask se muestra reacia a negociar la posibilidad de establecer un salario mínimo propio.

Precisamente, las fundaciones Manu Robles-Arangiz e Ipar Hegoa han abordado este tema en el seminario ‘Análisis de un salario mínimo interprofesional propio’ organizado de forma conjunta para este viernes en Bizkaia Aretoa de Bilbo. En él, se han analizado aspectos como los beneficios del salario mínimo interprofesional o las propuestas socio-sindicales sobre este asunto, a cargo de diferentes expertos en la materia.

Previamente, y tras una corta introducción a cargo de los organizadores, ha tenido lugar una mesa redonda encargada de contextualizar la actual situación social y económica de Hego Euskal Herria, conformada por el economista y periodista de NAIZ y GARA Isidro Esnaola, el profesor emérito de la UPV-EHU Iñaki Lasagabaster, Endika Alabort y Jone Etxebarria, y la filósofa y profesora Jule Goikoetxea.

En primer lugar, Esnaola se ha encargado de ofrecer un «análisis comparable internacional» sobre el sueldo mínimo. En su intervención, ha explicado que, a nivel mundial, generalmente son tres los órganos encargados de regular este aspecto de la economía: la propia administración, la patronal y la representación de los trabajadores, es decir, los sindicatos. Lo que sí cambia es el orden en que se toman las decisiones, ya que puede existir una conversación previa entre el Estado y los empresarios, para más tarde comunicar las conclusiones a los trabajadores; o, por el contrario, en otros países, son la patronal y las centrales quienes deben llegar a un acuerdo sobre el sueldo mínimo y, en caso de diferencias insalvables, debe mediar el Estado. «En este sentido, es destacable la actitud de nuestra patronal, una actitud cerrada, alejada de la tendencia general», ha señalado el periodista y economista.

Por su parte, el apartado «análisis del camino jurídico-político que se puede realizar en el País Vasco. Competencias y posibilidades» ha corrido a cargo de Lasagabaster, que ha comenzado haciendo un repaso histórico de las competencias autonómicas desde la entrada en vigor del Estatuto de Gernika. Según su parecer, con el paso de los años, las autonomías han visto como sus competencias han sido paulatinamente centralizadas, también en el ámbito laboral, hasta llegar al debate sobre un salario mínimo propio.

En este sentido, ha apuntado que existen algunos procedimientos alternativos a la reforma de la Constitución española o el Estatuto autonómico en el caso de querer ampliar competencias. Concretamente, ha citado los artículos 151 y 152, que hablan de que «el Estado delegue en las comunidades autónomas la competencia para dictar normas legislativas en el marco de los principios básicos y directrices que marque esa ley estatal». Y como ejemplo de que esta vía es posible, ha citado el acuerdo entre Gobierno español y Junts para transferir las competencias en inmigración a Catalunya, aunque no todas las materias se pueden delegar: «Por ejemplo, la Guardia Civil no es susceptible de transferencia. Y menos mal».

En el caso de Alabort y Etxeberria, su ponencia ha versado sobre la «situación socioeconómica. Por qué aumentar el salario mínimo en la EPA, razones económicas y beneficios». El primero ha defendido la necesidad de adaptar el sueldo mínimo a la realidad de un territorio, ya que el coste de la vida puede ser distinto incluso dentro de un mismo estado. Así, ha citado los casos de la Madrid, Catalunya y la CAV, autonomías del Estado español que lideran la lista el ranking en este aspecto.

Para Etxeberria, la necesidad de un sueldo mínimo propio se justifica cuando nos fijamos en «los principales sectores precarizados: mujeres, personas racializadas, con diversidad funcional, jóvenes, agricultores… Si nos fijamos en su día a día, en sus vidas, qué tipo de trabajo están realizando, nos daremos cuenta de que un sueldo mínimo propio no solo es recomendable, sino que es imprescindible».

Finalmente, Goikoetxea ha recordado que, en el actual sistema, una subida del sueldo mínimo interprofesional también conllevaría un aumento de los precios de los alquileres, por lo que «todo lo conseguido lo perderíamos». Por ello, ha exigido una «soberanía integral», es decir, «que todo se decida aquí».

Gutxieneko soldata, aztergai Bilbon

Manu Robles-Arangiz eta Ipar Hegoa fundazioek mintegi bat antolatu dute ostiral honetan Bilbon, Hego Euskal Herrian gutxieneko soldata propioa ezartzeak zer ekarriko lukeen aztertzeko. Hain zuzen ere, bi fundazioek gai horri heldu diote Bizkaia Aretoan batera antolatu den ‘Lanbide arteko gutxieneko soldata propioa aztergai’ mintegian. Bertan, hainbat alderdi aztertu dira, hala nola lanbide arteko gutxieneko soldataren onurak edo gai horri buruzko proposamen soziosindikalak, gaian adituak diren hainbat pertsonaren eskutik.