
La diputada vizcaina de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, se ha mostrado molesta por la fiscalización que realiza EH Bildu de la sucesión de incidentes que se vienen repitiendo en la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) de Arraiz después de que la primera fuerza de la oposición le haya preguntado por las medidas que va a adoptar el Gobierno de Elixabete Etxanobe para garantizar la seguridad y salud de la plantilla, así como el adecuado tratamiento de los residuos.
La interpelación se ha producido en el pleno de control de las Juntas Generales de Bizkaia, que se ha celebrado este miércoles en Gernika, donde los soberanistas de izquierdas se han interesado por las medidas que va a adoptar la Diputación después de la enésima denuncia del personal que trabaja en una de las infraestructuras claves para la gestión de los residuos en el herrialde.
El juntero Raúl Méndez se ha referido en esta ocasión a la avería que se produjo la segunda semana de mayo, cuando se estropeó la máquina de descarga, que ocasionó la paralización del tratamiento mecánico biológico de los residuos, derivándolos a la fracción resto. En ese proceso, cayeron de la cinta transportadora a una cabina de triaje de vidrio, lo que supuso que el techo se hundiese.
Atutxa ha confirmado que la primera «anomalía» en la instalación se detectó el pasado 5 de mayo, «por ruidos y vibraciones», por lo que se optó por derivar los residuos hacia la fracción resto y cuando se operaba así, «por la humedad», los residuos cayeron sobre la cabina que estaba cerrada desde diciembre por otras deficiencias.
La responsable foral ha indicado que, a pesar de que no hay daños en la estructura, se ha decidido reforzarla con dos nuevos pilares y una viga, trabajos que estarán finalizados en las próximas semanas.
La diputada de Medio Natural y Agricultura ha informado de que el 25 de mayo pasado la Inspección de Trabajo cursó una visita a la TMB, y que las primeras conclusiones que se extraen es que no se puso en riesgo a la plantilla, valoración que difiere de la lectura que hacen los sindicatos, y que se han adoptado las medidas para resolver este último incidente.
Valoraciones contrapuestas
Méndez le ha respondido que no comparten la posición de la Diputación, restando importancia al suceso, y ha recordado la inquietud que existe entre los trabajadores ante un incidente que ha calificado de «muy, muy grave», añadiendo que «podía haber acabado en una tragedia».
El apoderado de EH Bildu ha insistido en que «no es un caso aislado», apostillando que «se repite sistemáticamente». Méndez ha señalado que la causa puede ser que el mantenimiento no es el adecuado, a pesar de las inversiones que la Administración foral está efectuando.
Por ello, ha solicitado a la Diputación y a la empresa pública Garbiker, que son las competentes, que establezcan medidas de control y apliquen el régimen sancionador a la UTE TMB Arraiz; interlocución con la plantilla y que se analicen las inversiones realizadas y la gestión de la empresa.
A la titular del Departamento no le gusta la labor de fiscalización que lleva a cabo EH Bildu y no lo ha ocultado. Ha acusado a los soberanistas de izquierdas de «generar conflicto» al poner en tela de juicio la gestión privada de la TMB.
La jeltzale ha defendido que el nivel de siniestralidad, que ha derivado en bajas laborales de los trabajadores, ha ido disminuyendo un 43% en el último ejercicio, después de que en el periodo 2019-2023 se contabilizasen un 37%. Respecto a la accidentalidad leve, sin baja, ha dicho que se ha reducido un 89%.

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