Tras varias semanas con la operación en punto muerto, todo apunta a que la venta de Areso desde Osasuna al Athletic se ha acelerado en las últimas horas y que se materializará de manera inminente.

El dato que respalda dicha afirmación es que el futbolista apenas se ha ejercitado durante la sesión que esta mañana se ha llevado a cabo en Tajonar, la quinta desde que Alessio Lisci se ha hecho cargo del banquillo de la escuadra rojilla.

De hecho, el jugador de Cascante ha permanecido por espacio de unos diez minutos intercambiando impresiones con responsables técnicos del club, además de Kike Barja, mientras el resto de la plantilla iniciaba el entrenamiento de manera grupal.

Posteriormente, el lateral derecho ha realizado trabajo físico de manera individual. Así, se ha empleado en varias carreras continuas para, a renglón seguido, quitarse las botas y sentarse en uno de los banquillos de los campos de hierba natural para observar a los que hasta ahora han sido sus compañeros.

Como suele ocurrir en este tipo de casos previos a un traspaso, tanto el club vendedor como el jugador protagonista de la operación no suelen arriesgar con entrenamientos intensos que puedan dar lugar a una inesperada e inoportuna lesión.

Durante la presentación de Rosier, el director deportivo de Osasuna, Braulio Vázquez, ya reconoció que había habido contactos con un club «vecino», refiriéndose al Athletic, aunque sin una propuesta formal por su parte.

Al parecer, la situación parece haber cambiado en las últimas horas, a la vista de las precauciones tomadas por Areso a la hora de ejercitarse, que han contado con el beneplácito de la entidad rojilla para no entrenarse de manera más intensa.

El futbolista ribero rechazó hasta tres ofertas para renovar con el equipo navarro a lo largo de la pasada campaña, tal y como desveló Braulio, y algunas informaciones han venido apuntando últimamente que ya se había comprometido con el Athletic para las próximas temporadas.