El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha asumido este miércoles en el Parlamento que después de nueve años de colaboración con Miren Dobaran, ocho primeros en el Departamento de Cultura y otro año en su actual función, fue él quien le llamó para que asumiera la dirección de la Academia de Arkauti. Y ha explicado que «después de varias conversaciones tenidas con Miren Dobaran antes del verano decidí acabar con nuestro trabajo en común. Dejé en manos de Miren que diera las explicaciones de ese final y le prometí que no quitaría ninguna palabra ni la pondría a su explicación. Eso he hecho hasta ahora y eso seguiré haciendo hoy también». Además, ha agradecido su trabajo y el de Amaya Angulo.

El portavoz de EH Bildu en la comisión, Gorka Ortiz de Guinea, que es quien había solicitado la comparecencia del consejero, ya había puesto en duda en una primera intervención que la carta que hicieron pública Miren Dobaran y su mano derecha Amaya Angulo diciendo que se «echaban aun lado» tuviera tono de dimisión. Después de escuchar al consejero, ha llegado a la conclusión de que «si lo decidió usted, eso es un cese».

Como ya había avisado que haría, el consejero no ha querido volver a entrar en esa cuestión. Dejando en el aire si fue realmente un cese y si hay en la Academia de Arkauti grupos de presión. Viendo que Zupiria no iba a responderles, el parlamentario de EH Bildu ha desistido de seguir incidiendo en si fue un cese o no.

Tanto Ortiz de Guinea como la parlamentaria del PP Ainhoa Domaika han explicado en sus intervenciones que cuando visitaron las instalaciones de la academia vieron a su directora general, Miren Dobaran, animada y con ganas de trabajar. Lo que contrasta con que con menos de un año en el cargo escribiera que «hemos conseguido iniciar todas las fases que eran necesarias para hacer posible esa transformación. Ahora nos toca dar un paso a un lado y pasar el testigo». Han destacado que cuando se asume un cargo público, normalmente se hace para toda una legislatura y no para solo un año.

Preparación exigente de los agentes

El consejero no ha dado nuevas explicaciones. También han quedado en el aire otros puntos como por qué en la última OPE, con Miren Dobaran al frente de la academia, se produjeron un 90% de suspensos, cosa que no ocurría con anterioridad con academias que en su publicidad prácticamente garantizaban a su estudiantes el acceso a la Ertzaintza.

El consejero Zupiria ha desmentido informaciones aparecidos en algunos medios que recogían críticas de aspirantes que habían sido excluidos de los procesos de selección y que habían denunciado irregularidades. Ha expuesto que de 68 sentencias existentes por denuncias en ese sentido, los tribunales han fallado a favor de la dirección de la academia en 64 ocasiones.

Zupiria ha recordado que un aspirante a ertzaina se convierte en agente cuando supera las tras fases del proceso: la de selección para entrar en la academia, el trabajo dentro de la academia y un año de prácticas. Ha explicado que al final de cada una de las fases hay un proceso de evaluación. Ha defendido que el proceso sea exigente dada la responsabilidad y funciones de los ertzainas.

Ha explicado el funcionamiento de los tribunales, el sistema de puntuación de los aspirantes y ha asegurado que el llamado «sociograma», en el que los alumnos se puntúan unos a otros, apenas supone 30 puntos de los 1.000 que se pueden sumar. Sin embargo, esa prueba forma parte de un apartado en el que es preciso pasar de los 150 puntos para ser aprobado.

La nueva dirección

El consejero de Seguridad ha defendido el perfil de Jon Goikolea para haber sido nombrado nuevo director general de la Academia, después de la experiencia que tuvo en el Departamento de Interior junto a Juan María Atutxa y la visión general que le dan los años pasados en el Parlamento de Gasteiz y en el Europeo.

La parlamentaria del PP Ainhoa Domaika ha apuntado que no cree que ese sea el perfil adecuado cuando hace ya 27 años que dejó de tener contacto con la Ertzaintza. Ha defendido su propuesta de que el director de Arkauti deba ser un alto mando de la Ertzaintza, como defenderán próximamente en el Parlamento.

Bingen Zupiria le ha respondido que a su entender la «principal cualidad para dirigir la academia no es ser policía o conocer técnicas policiales sino tener la capacidad de dirigir un equipo compuesto por profesionales. El cometido del director general es otro».

EH Bildu, dejar el «negacionismo»

Ante los silencios y faltas de respuestas concretas del consejero, Gorka Ortiz de Guinea ha recordado la situación de Osakidetza, donde al final de la pasada legislatura, hace poco más de un año, se negaba que existieran problemas y luego se empezaron a tomar medidas. El parlamentario de EH Bildu ve que el Departamento de Seguridad sigue instalado en aquel mismo «negacionismo», pero ha destacado que hay problemas y deben afrontarse, como se han hecho en Salud.

Por su parte, los portavoces de PNV y PSE se han limitado en agradecer las explicaciones dadas por Zupiria, que ha comparecido en la comisión acompañado de Ugaitz Zabala, su director de gabinete y comunicación. También han alabado el trabajo que hicieron Miren Dobaran y Amaya Angulo iniciando los procesos de transformación de la Academia, que dan por seguro que irán implementado la nueva dirección formada por Jon Goikolea y Olga Fernandino.