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El consorcio liderado por Sidenor cierra la compra del 29,76% de Talgo por 156 millones

El consorcio liderado por Sidenor y participado también por Lakua y las fundaciones bancarias BBK y Vital han suscrito un acuerdo con Pegaso para comprar su 29,76% en Talgo por un importe de 156,7 millones de euros. Para el Ejecutivo, «es un hito muy importante» que despeja la operación.

Planta de Talgo en Rivabellosa.
Planta de Talgo en Rivabellosa. (Endika Portillo | FOKU)

El consorcio encabezado por la siderúrgica Sidenor, acompañado de las fundaciones bancarias BBK y Vital y del fondo del Ejecutivo de Lakua Finkatuz, ha cerrado la compra del 29,76% de Talgo por 156,67 millones de euros, a un precio de 4,25 euros por acción.

Según ha comunicado Talgo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compra a la instrumental Pegaso (de la que forman parte el fondo Trilantic y parte de la familia Oriol, fundadores de Talgo) se ha cerrado finalmente con un precio de 4,25 euros por título, 10 céntimos por encima de lo pactado en febrero pasado.

El acuerdo se materializa nueve meses después de que ambas partes cerraran un preacuerdo y tras la autorización del Consejo de Ministros a la SEPI el pasado 9 de julio para entrar en el capital de Talgo, mediante una ampliación de capital que le llevará a controlar el 7,8 % de la compañía (45 millones de euros) y la suscripción de una emisión de deuda por 30 millones, con lo que su aportación total sumará los 75 millones.

La siderúrgica vasca ha afirmado que Talgo iniciará esta nueva etapa «con un proyecto sólido, de futuro, y un fuerte componente industrial y tecnológico», en un momento de «crecimiento firme» del sector ferroviario de alta velocidad.

El consejero del Industria de Lakua, Mikel Jauregi, ha asegurado que el acuerdo de compraventa de Talgo es «un hito muy importante que despeja el camino para que la operación pueda cerrarse con éxito este año».

El diputado general de Araba, Ramiro González, ha declarado que con el acuerdo de compraventa de Talgo «recuperamos una empresa histórica –al volver su sede al herrialde– y reforzamos el sector ferroviario». Ha subrayado que el acuerdo «supone proyecto, estabilidad y arraigo para un sector estratégico y para toda la cadena de valor industrial alavesa».

El responsable foral ha destacado el impacto en empleo y proveedores locales y el potencial para consolidar contratos internacionales del sector ferroviario. Asimismo, ha remarcado que la operación protege el empleo en la planta de Rivabellosa y abre una nueva etapa de crecimiento industrial ligada a la movilidad y la innovación.

Además, González ha puesto en valor que el acuerdo es un buen ejemplo de colaboración público-privada: «una fórmula que debe ganar peso para asegurar el arraigo de nuestras empresas en el territorio: más inversión estable, más innovación y más empleo de calidad, con las instituciones acompañando y las empresas liderando proyecto».

La cotización de Talgo ha sido suspendida por la CNMV y, tras permanecer así más de una hora, se ha disparado. Al cierre bursátil, cada acción de la compañía ha ganado 0,26 euros, ha subido un 9,7%, hasta 2,94 euros. En el año acumula unas pérdidas del 20,24 %.

Sujeto a condiciones

El texto remitido a la Comisión señala, no obstante, que el acuerdo está sujeto al cumplimiento de ciertas condiciones suspensivas, no más tarde del 31 de enero de 2026, que incluyen la suscripción por la filial Patentes Talgo, entidades financieras y la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE) de ciertos acuerdos de financiación e instrumentos de cobertura.

Los compradores se harán con 36,86 millones de acciones de Talgo, que representan el 29,76% del capital. De ellas, Pegaso venderá 33,85 millones de acciones y de los restantes 3 millones se desharán otros accionistas.

El consorcio comprador se reparte las nuevas acciones en la siguiente proporción: Clerbil, la sociedad del presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, el fondo público vasco Finkatuz y la fundación bancaria BBK ostentarán al cierre de la operación un 8,5 % del capital, cada uno (10,53 millones de acciones), y la fundación bancaria Vital, el 4,24 % (5,26 millones de acciones).

El precio fijo (4,25 euros) se suma a un variable «contingente» por si alguno de los miembros del consorcio comprador vende acciones por encima de los 4,25 euros, en cuyo caso deberá compensar a los actuales vendedores.

El documento enviado a la CNMV no incorpora el pago variable que se acordó en febrero pasado, de 0,85 euros por acción, ligado al cumplimiento de determinados hitos financieros en 2027 y 2028.

Pendiente de los accionistas

Según ha explicado Sidenor en una nota, el siguiente paso en el proceso será la convocatoria de la junta general extraordinaria de accionistas de Talgo, que deberá aprobar la nueva estructura de financiación de la compañía.

Talgo iniciará esta nueva etapa con un proyecto sólido, de futuro, y un fuerte componente industrial y tecnológico, en un momento de crecimiento firme del sector ferroviario de alta velocidad, añade la compañía de Jainaga.

Con este acuerdo, que Talgo prevé rematar antes del 31 de enero de 2026, se cierra, previsiblemente, una historia de dos años en los que la compañía ha estado en el mercado, desde que la húngara Ganz Mavag mostrara en noviembre de 2023 su interés por hacerse con la totalidad del capital de Talgo, una oferta que luego concretó a 5 euros por acción, pero que el Gobierno español vetó por razones de seguridad nacional.

Reacciones políticas

Desde la política, el presidente del PNV, Aitor Esteban, ha resaltado la importancia de que se haya cerrado ya el acuerdo de compraventa de Talgo porque es una empresa estratégica que «puede caer». Tras indicar que este paso es una «señal definitiva» de que «la cosa va absolutamente en serio», se ha mostrado convencido de que antes de fin de año «se habrá cerrado por completo» la operación.

Para EH Bildu, es «una buena noticia» porque un proyecto industrial se queda en Euskal Herria. Su secretario de Industria, Ander Goikoetxea, ha asegurado que están a la espera de conocer el plan industrial y ha mostrado su deseo de que la operación sirva para repuntar una economía vasca «que marca una clara tendencia descendente».

Ha avanzado que su formación va a proponer cambiar el nombre de un proyecto industrial de gran importancia para la economía vasca, «para cumplir con la Ley de Memoria Democrática y eliminar cualquier reminiscencia con el franquismo que tiene el nombre de Talgo».