
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este el lunes una orden ejecutiva que inicia un proceso mediante el cual las filiales de los Hermanos Musulmanes en ciertos países serán designadas como «organizaciones terroristas extranjeras».
El documento, publicado por la Casa Blanca, establece que las filiales de la Hermandad Musulmana en Líbano, Jordania y Egipto, país donde se fundó el movimiento, «cometen, fomentan y apoyan campañas de violencia y desestabilización que perjudican a sus propias regiones, a los ciudadanos estadounidenses o a los intereses estadounidenses».
El secretario de Estado, Marco Rubio, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, serán responsables de completar el proceso de designación. En 30 días elaborarán un informe y, 45 días después, deben tomar las acciones formales de designación según la ley correspondiente.
La designación de «organización terrorista extranjera» permite, además de la presión política, una serie de medidas financieras y administrativas: congelación de activos, prohibición de transacciones, prohibición de viajar a Estados Unidos, entre otras
Trump sostiene que, tras la operación en Gaza del 7 de octubre de 2023, la facción libanesa de los Hermanos Musulmanes lanzó «múltiples ataques con cohetes» contra objetivos civiles y militares israelíes, que en Egipto instó a «realizar ataques violentos contra socios e intereses estadounidenses» y en Jordania «han brindado durante mucho tiempo apoyo material» a Hamas.
Islam político
La Hermandad Musulmana, promueve una forma conservadora de islam político, Es una organización transnacional con presencia en numerosos países, en cada uno con características diferentes.
Fue durante mucho tiempo el principal movimiento de oposición en Egipto, a pesar de décadas de represión alternadas con cierta tolerancia, durante las que creó una red de servicios sociales y asistencia que rivalizó con el Estado y con la que ganó miles de seguidores.
Fue prácticamente eliminada de la escena política en 2013, tras el breve año de presidencia de uno de sus líderes, Mohamed Morsi y una represión brutal tras el golpe militar que acabó con la «revolución» surgida de las Primaveras Árabes.
Además de en Egipto, donde ya fue calificada como «terrorista», el movimiento ha sido prohibido en varios otros países, como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y, más recientemente, en abril, en Jordania.
En Túnez, el partido Ennhada, afiliado a la Hermandad, fue la primera fuerza política en las primeras elecciones libres en 2011.
Jordania ha acusado a la Hermandad de «actividades que podrían desestabilizar el país», en particular la fabricación y el almacenamiento de cohetes y explosivos.
En el Estado francés, el presidente Emmanuel Macron ha dedicado dos reuniones del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional este año a la «infiltración» de la Hermandad Musulmana.
Sin embargo, dos Estados con buenas relaciones con Estados Unidos, Turquía y Qatar, mantienen buenas relaciones con la Hermandad y con esta forma de islam político.
Este mismo lunes, el Departamento de Estado formalizó la designación de grupo terrorista para el Cartel de los Soles, una organización que Washington, sin pruebas, sostiene que lidera el presidente venezolano, Nicolás Maduro, algo que Caracas niega tajantemente, pero que va aumentando la amenaza sobre el país caribeño.

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