
Cientos de miles de personas están expuestas a los vientos de hasta 90 kilómetros por horas, las tormentas eléctricas y las fuertes lluvias que lleva la tormenta Byron a Palestina sin más protección que unos precarios plásticos sobre la arena de Gaza.
Las autoridades israelíes pusieron desde ayer en alerta a sus servicios de emergencia y sanitarios y preveían inundaciones desde el norte de la región hasta el desierto del Neguev y el Mar Muerto, y pronosticaban que el temporal dure hasta mañana.
«Se esperan lluvias importantes, como nunca antes», afirmó el responsable del Servicio de Bomberos y Rescate, Yossi Deklo.
Pero en el territorio que su Ejército ha devastado, los gazatíes que apenas sobreviven en los campamentos de desplazados no cuentan con protección. El agua inunda fácilmente las tiendas, muchas de ellas abiertas y levantadas sobre la arena. Las últimas lluvias ya las habían anegado, empapando ropa, colchones y los enseres que pueden conservar.
Algunas tiendas llegaron a quedar totalmente sumergidas y en las próximas horas cientos de miles de personas pueden enfrentarse a algo aún peor.
El Ejército israelí ha destruido o dañado el 92% de las viviendas y el 81% de todas las estructuras de Gaza; el 90% de una población de 2,3 millones de personas ha huido de sus hogares en los últimos dos años –muchas de ellas varias veces– . «Gaza sigue siendo un lugar de sufrimiento, pérdida y miedo inimaginables», alertó ayer el responsable de derechos humanos de la ONU, Voker Türk.
Tres muertos más
En esta situación de emergencia, el Ejército israelí no deja de matar, al cumplirse dos meses de un alto el fuego en el que solo ha reducido las matanzas de decenas de personas a varias muertes diarias.
Ayer los disparos de los soldados mataron a al menos tres palestinos, entre ellos un niño, en Yabalia. Ya son más de 380 los muertos y alrededor de mil los heridos por ataques del Ejército de Israel desde el 10 de octubre, fecha de entrada en vigor del alto el fuego que Israel ha violado al menos 738 veces en dos meses.
Hamas exige que Israel cumpla con lo acordado sobre el fin de sus operaciones militares, la entrada de ayuda y el repliegue antes de empezar a hablar de la segunda fase del alto el fuego.
El líder de Hamas en el exterior, Jaled Meshaal, aseguró ayer que el grupo tomará medidas para frenar futuros ataques contra Israel, y añadió que entregar las armas ahora sería como «desangrar» a la resistencia palestina.
En una entrevista en Al Jazeera, Meshaal también declaró que Hamas no aceptaría una autoridad gobernante no palestina para Gaza, frente a la «junta de paz» que quiere presidir Donald Trump.
El diario “Financial Times” informó que la candidatura del ex primer ministro británico Tony Blair para este organismo ya está descartada tras la oposición de varios Estados árabes y musulmanes.
Hamas propone que la tregua sea a largo plazo, de al menos diez años, con «garantías claras de congelación del uso de armas» a cambio de compromisos mutuos, según una fuente del movimiento palestino bajo anonimato.
Más colonos
El Consejo de Planificación de la Administración Civil, órgano israelí de control de Cisjordania, aprobó la construcción de 764 viviendas en colonias, lo que eleva a más de 29.300 las aprobadas en 2025, un récord histórico, según la ONG Peace Now.

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