Ziganda: «Entrenamiento a entrenamiento»
Un motivado Ziganda insiste en que el objetivo es «mejorar porque si no empeoras» y marca como reto deportivo «mínimo, lo realizado hasta ahora».
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Con moderada expectación ante la ausencia real de caras nuevas y un técnico debutante pero de la casa al fin y al cabo, el Athletic echó a andar ayer en Lezama en una primera sesión en la que el balón fue el gran protagonista, además del amable calor con el que el día bendijo a la plantilla, 27 jugadores a falta de los Kepa, Williams y Yeray por diferentes motivos, y a la espera de que se concrete alguna de las negociaciones abiertas para incorporar algún fichaje sobre los que no se dio ninguna pista por boca del entrenador navarro. Compareció primero José Ángel Ziganda para repetir algunas de las ideas que ya esbozó el día de su presentación, salir al paso con determinación en alguna cuestión peliaguda como la del fichaje sin confirmar del joven Diarra y dar una vuelta de tuerca al ‘cholismo’ para poner en valor el ‘kukismo’, o lo que es lo mismo en palabras del técnico, el «entrenamiento a entrenamiento», incluso el «hora a hora».
El de Larraintzar transmite la ilusión de un niño con zapatos nuevos. «¡Imagínate!», fue la inmediata respuesta a sus sensaciones. «Con muchísimas ganas de saltar al campo, ganas de que circule el balón», añadió. «No me cambiaría ahora mismo por ningún entrenador del mundo», zanjó de entrada. Ilusión que, no obstante, a sus futbolistas debe traducirse en exigencia máxima. Es lo que dijo va a demandar de ellos, de todos, porque quiso enfatizar que todos, a priori, parten de cero. Y es que el navarro aseguró que se va a tomar con tranquilidad y sin prisas la confección del plantel, y quiénes se quedarán y quiénes saldrán. «Están todos los que quiero que estén, todos son un activo del club. Los quiero ver, palpar, sentir y no podemos renunciar a ninguna posibilidad. No estamos para escatimar nada. Quiero conocerles e iremos sin ninguna prisa tomando decisiones, que no serán en una semana ni dos», avanzó, especialmente con respecto a quienes suben del filial o vienen cedidos. Y todo porque Ziganda sabe que los mimbres son los que tiene a mano y debe acertar. Acertar porque el listón marcado por Ernesto Valverde es muy alto, no va a contar con refuerzos de postín que catapulten el potencial del equipo y tendrá que dejar un sello propio que todavía es una incógnita cuál puede ser si tenemos en cuenta que su antecesor dijo aquello de que el equipo necesitaba de alguien que zarandeara el árbol.
Aprovechar cada hora
Kuko Ziganda tiene los días contados, pero no porque no vaya a triunfar en el Athletic, sino porque los partidos oficiales están a la vuelta de la esquina y necesitará inocular sus ideas casi a la carrera. De ahí que ayer dejara claro que más allá de los entrenamientos «tenemos que meter horas para aprovechar, y de eso se trata, de aprovechar las horas. Hora a hora, en vez de partido a partido», haciendo ver que todo tiempo dedicado a esta tarea va a ser poco. Por eso reclamó que «cada entrenamiento debe ser como si fuera el primero, y ese será mi mensaje a los jugadores, entrenamientos extraordinarios, partidos extraordinarios y comportamientos extraordinarios». No quiere despistes. Porque tiene clara la meta, aquella que lanzó el día de su presentación, «en seis años este equipo ha hecho cosas inmejorables, cosas extraordinarias, pero o mejoras o empeoras, y yo quiero mejorar esta plantilla. Entrenamiento a entrenamiento», reiteró. ‘Kukismo’.
Ziganda repitió lo que busca en los suyos, que mejoren, que transmitan cosas, algo tan etéreo como «que se vea un equipo Athletic», con el que la gente se identifique, un equipo «que no salga a especular, porque no sabemos hacerlo y por mentalidad». Un equipo con «personalidad». A partir de ahí, habrá que ver si su juego, su disposición, repite parámetros de Valverde, si hay una continuidad en su fútbol. Esa que sí que debe haber en los otros objetivos, los que se traducen en logros meramente deportivos. Y ahí, sin meterse en jardines, habló de «mejorar lo que se hace, un objetivo lógico» aunque asumiendo que habrá que ponerse como deberes «objetivos a una altura de lo que es este club y como mínimo a la altura de lo que se viene realizando hasta ahora».
La ‘era Ziganda’ es ya una realidad. Ha empezado a rodar a la par que la pelota. Semana de sesiones matutinas, dedos cruzados para evitar lesiones, días de espera a que Kepa Arrizabalaga renueve o Mikel Merino firme, y en menos de una semana rumbo a la concentración austríaca. Hay que aprovechar cada hora.
«Si viene, Diarra entraría en la filosofía del club»
Kuko Ziganda se mostró muy reservado a la hora de hablar sobre los posibles fichajes de Merino o Berenguer, echando mano de aquello de que «no me gustaría hablar de jugadores que no están aquí». Eso sí, del mismo modo que cree que el club «no se puede parar» para reforzar la plantilla, defiende que con lo que ahora dispone se conforma porque ve un equipo «compensando en edad y experiencia». Un plantel sobre el que tampoco tiene claro de cuántos integrantes debe tener. Su antecesor Valverde quería un vestuario no muy largo de efectivos, Ziganda quiere esperar aun a concretar esa idea. «Prefiero ver y luego decidir», insistió, «no tengo un número preestablecido». Como tampoco ha decidido qué hacer en la portería, si se quedará con dos o tres porteros. De momento, tiene a Herrerín, Remiro y Unai Simón, a la espera de la vuelta de Kepa. «Tengo una idea pero quiero hablar primero con ellos», se remitió a esa conversación que tenga que tener.
En cambio, sí opinó sobre Youssouf Diarra, el joven jugador nacido en Mali, criado en Lérida y desde hace un año en el Txantrea navarro que podría fichar en breve por el segundo filial del Athletic, el Basconia. «La filosofía del club es indestructible», se apresuró a enfatizar, dejando entrever su opinión de que está siendo cuestionada tras el anuncio de esta posible captación. «Si viene, no tengo la menor duda de que puede entrar en esos parámetros» de la filosofía del Athletic. Criticó a quienes quieren «buscar polémicas» o «ponen en duda» estos criterios de un «club que tiene clara su filosofía». A falta de confirmar el fichaje, en principio sí que estaba previsto que Diarra recalara en Lezama aunque habrá que ver si el reabierto debate trastoca o no esos planes.J.V.