Con Vezenkov a la cabeza, Olympiacos aspira a dejar su huella en el palmarés de la Euroliga

No hay “Plan Kaunas” para Saski Baskonia, por más que se soñó durante muchas semanas. Ese será, tal vez, el mayor dolor de esta Final Four de Kaunas: que los gasteiztarras no hubieran podido siquiera competir en los play-offs de cuartos de final, cuando llegaron a ocupar la primera plaza en el momento del cambio de año. Fue justo la combinación de la derrota de los baskonistas ante Olympiacos y una victoria postrera de Zalgiris Kaunas la que apeó amargamente a los de Joan Peñarroya.

Y es justamente Olympiacos la que parte con la vitola de favorita en en este evento del Zalgirio Arena, un Zalgirio Arena que se teñirá de rojo porque los fans del cuadro del Pireo no se habrán quedado en casa, cuando tienen la opción de ser quienes sucedan a Anadolu Efes en el palmarés de la Euroliga, un trofeo que no ganan desde aquel doblete que cosecharan en 2012 y 2013, y después de quedarse en semifinales la pasada campaña, precisamente ante el equipo de Ergin Ataman.

Razones no les faltan, pese a que sudaron sangre para eliminar a Fenerbahçe, con aquel triple salvador de Kostas Sloukas del final del tercer partido como principal exponente. Los entrenados por Georgios Bartzokas tienen toda la presión sobre sus hombros, pero jugadores como el mentado Sloukas, Kostas Papanikolau o Sasha Vezenkov han demostrado sobradamente que pueden hacer frente a la presión, igual que los Shaquielle McKissic o Moustapha Fall, algo que han demostrado de sobra en los cuartos de final.

El adiós del MVP

No solo es que han conseguido la primera plaza de la Fase Regular, sino que Sasha Vezenkov ha completado su desarrollo como jugador, y ahora que parece que los Sacramento Kings lo van a reclutar de cara a la próxima campaña, el ala-pívot búlgaro quisiera celebrar su adiós del basket europeo sumando la Final Four de Kaunas a su condición de MVP de la temporada 2022/23.

Vezenkov ha sido determinante en el camino de los griegos en esta edición, puesto que ha liderado la competición en valoración (21,2) y puntos por partido (17,2), con un 65,4% de acierto en tiros de dos y un 38,5% en triples, además de destacar como el segundo máximo reboteador de la Euroliga (6,8).

«Estoy muy contento de poder estar aquí, en mi segunda Final Four. ¿Si será la buena? Estoy viviendo el momento y volver a estar entre los cuatro mejores de Europa ya es algo grande», ha dicho al recibir el trofeo.

En todo caso, el ex del Barça ha afirmado que intentará seguir siendo él mismo y ha recordado que «este es un deporte de equipo y si yo no estoy a mi máximo nivel, no sirve de nada».

«Quiero demostrar que puedo ser constante, eso es lo más importante, que esto sea el principio», ha añadido.

El ala-pívot ha comentado que la del año pasado, en la que Olympiacos perdió ante Anadolu Efes en semifinales, fue la primera Final Four de este nuevo proyecto.

«Nuestra motivación todo el año era volver a estar entre los cuatro mejores. Esta competición es diferente y estamos muy preparados para luchar por el título. Llevamos diez meses luchando por esto. Estoy muy contento por el premio individual, pero todos trabajamos por el título», ha insistido.

Un rival sin nada que perder

Este viernes a partire de las 17.00 en Euskal Herria, Olympiacos y AS Mónaco darán inicio a la Final Four del Zalgirio Arena. Los entrenados por Sasa Obradovic están en tierras lituanas luego de haber sobrevivido a una durísima eliminatoria frente al Maccabi de Tel Aviv, teniendo que ganar incluso un partido en «La Mano de Elías» para evitar el triunfo macabeo.

Huelga decir que el exbaskonista– y ex de Panathinaikos– Mike James es el gran nombre propio de la escuadra monegasca, pero en cuartos de final ha quedado bien claro que puede sobrevivir a los malos momentos de Mike James. Jordan Loyd fue esencial en el desempate, ya que encadenó ocho puntos consecutivos para reventar el partido cuando James estaba en el banquillo con el tobillo lastimado. Asimismo, el escolta francés Elie Okobo ha demostrado ser algo más que un buen escudero, por no hablar de los «obreros» Donta Hall, Chima Moneke o John Brown, sin olvidar al jugador de Kaunas Donatas Motiejunas, que a sus 33 años está viviendo una segunda juventud en el cuadro del Principado.

Lo cierto es que As Mónaco no tiene nada que perder. Debuta en una Final Four pese a la experiencia en esas lides de jugadores como Mike James y aunque el ambiente que se van a encontrar va a ser hostil por la masiva presencia helena en las gradas del Zalgirio Arena, lo cierto es que los cuartos de final ante Maccabi han sido un test que han sabido superar con nota.

Otro tanto se puede decir de Sasa Obradovic. El técnico serbio poco tiene que ver con Zeljko Obradovic, ni como familiar ni como entrenador, y su fama de bloquearse en los momento más calientes también estuvo a prueba en los cuartos de final. Haber sabido gobernar a Mike James, combinando la técnica del «palo y la zanahoria» con el base de Portland, y haber sabido dar la confianza a los Okobo, Loyd, Ouattara y demás, en vez de hipotecarse al talento del exbaskonista.

Un castigo sin castigo

Barça y Real Madrid volverán a verse las caras en la semifinal de las 20.00 de este viernes. El Barça fue el único equipo que logró el billete a la Final Four por la vía rápida, superando a Zalgiris por 3-0 y en el caso del del Real Madrid, ha sido el primer en capaz de levantar un 0-2 adverso.

Digan lo que digan y se pongan la piel que se pongan, la tangana que empezó Sergi Llull en el segundo partido ante Partizan y tuvo como punto álgido la peligrosa llave de lucha libre de Yabusele a Dante Exum al final ha tenido réditos para el cuadro merengue. Obvio que Llull no podía imaginar que su golpe a Kevin Punter fuera a tener las consecuencias que tuvo y que Yabusele, en una calculada sanción de la Euroliga, no jugará esta Final Four –pero podrá jugar desde la primera jornada de la temporada 2023/24–, al tiempo que Gabriel Deck, lesionado en el cuarto partido de la serie ante el Partizan de Belgrado, tampoco podrá jugar; obvio que el Barça parte como favorito, viendo su estado de forma, pese a la ausencia de Cory Higgins, y las dudas con Kalinic y Jan Vesely –aunque lo más probable será que jueguen–, pero el Real Madrid ya ha superado lo peor de su examen y a sabiendas de su condición de equipo físicamente más débil que el Barça, intentará hacer valer el favoritismo de su rival.

Mientras, el Barça jugará en casa, o casi. Saras Sasikevicius y Rokas Giedraitis proceden de Zalgiris y el público lituano, que además tuvo en sus tiempos unos altercados poco edificantes contra Rudy Fernández, aún los aprecia de corazón. El est¡lo físico, a veces olvidándose de jugar, es uno de los puntos fundamentales del juego de Jasikevicius, al tiempo que jugadores como Laprovittola, Abrines o Satoransky, como bien se pudo ver en Gasteiz el pasado domingo, pueden darle gotas de talento puro a la propuesta rocosa de su entrenador.

Con todos esos ingredientes, todo apunta a que la final de la Euroliga debiera enfrentar al Barça y a Olympiacos, como en las ediciones de 1997 –con triunfo heleno– y 2010 –con victoria blaugrana–. Pero claro, ni el ganador de la Fase Regular de la Euroliga sabe en los últimos años lo que es ganar la Euroliga, así como el ganador de la semifinal entre Barça y Real Madrid.

Fechas de los play-offs

En otro orden de cosas, Saski Baskonia ya conoce los horarios de sus partidos de cuartos de final de los play-offs de la Liga ACB. Los gasteiztarras abrirán el fuego el sábado día 27 a partir de las 18.00, aunque todavía no sabe el nombre de su rival, siendo Gran Canaria o Joventut de Badalona los dos únicos candidatos a verse las caras con los de Joan Peñarroya en esta ronda.

El segundo partido tendrá lugar el martes día 30, a partir de las 21.00. En caso de necesitarse un desempate, este se disputaría el sábado 3 de junio, en el Buesa Arena, con el horario por determinar. Caso de pasar a semifinales, estas tendrían lugar entre el 6 y el 14 de junio.