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Distintas organizaciones denuncian la distribución de un panfleto islamófobo

Una quincena de asociaciones, partidos y sindicatos han hecho público un comunicado en el que muestran su rechazo al «mensaje de odio» que emana el pasquín islamófobo distribuido en el transporte público de Baiona.

El ataque llevado a cabo por un exmilitar en la mezquita de Baiona causó varios heridos, en 2019. (Guillaume FAUVEAU)

Una quincena de asociaciones, partidos políticos y sindicatos han salido hoy al paso de la reaparición, en el transporte público de Baiona, de un pasquín de contenido islamófobo.

Fue a principios de mes cuando la formación Europe Ecologie-Les Verts dio a conocer a través de sus redes sociales que en los autobuses de Baiona se estaba distribuyendo un panfleto en el que se amenaza con expulsar a «los musulmanes que se resistan a asimilarse a la cultura católica propia del País Vasco, Francia y Europa».

A iniciativa de diferentes organizaciones que trabajan en la acogida a personas migrantes, entre las que se encuentran la federación Etorkinekin-Diakité, Bizi migrant-e-s, Bidasoa Etorkinekin y Les Bascos, los firmantes del comunicado hecho público este 27 de septiembre denuncian el contenido «violento e insultante» del texto.

Los sindicatos FSU 64, LAB, UL CGT Baiona, Solidaires Euskal Herria, y la sección de la CGT de Hendaia se han sumado a esa denuncia, que hacen suya también los partidos Europe Ecologie-Les Verts, La Francia Insumisa, Euskal Herria Bai, la sección hendaiarra del PCF y NPA.

Señalan a un comercio baionarra

El pasquín, que lleva la firma de una «Resistencia católica franco-vasca», tiene un contenido en muchos apartados delirante, aunque de su lectura se desprende que sus autores se inspiran en los discursos que predominan en ciertas cadenas de televisión, y también en polémicas alimentadas por decisiones del Gobierno francés, como la relativa al uso de la túnica tradicional abaya por los escolares de los barrios populares, que ha marcado el arranque de curso.

El panfleto hace, de hecho, una profusa mención a indumentarias que, considera, atentan contra el principio de laicidad y que, según se quejan los firmantes, «proliferan en nuestro espacio público», dentro del cual incluyen a los transportes públicos, los comercios, las calles, las playas «y otros lugares turísticos».

Los firmantes del comunicado estiman que ese panfleto implica «un llamamiento al odio y a la discriminación».

Y hacen hincapié en la responsabilidad de las autoridades francesas a la hora de servir con sus declaraciones y medidas un caldo de cultivo a esas actitudes.

Recuerdan así que, con vistas al debate de la nueva ley de migración, que se anuncia para noviembre, el ministro de Interior, Gérald Darmanin, ha abogado abiertamente por «hacer la vida imposible a los sin papeles».

Y consideran de suma gravedad que en esa octavilla se apele directamente al boicot a cierto comercio de Baiona «porque una de sus dependientas usa el velo».

«No estamos dispuestos a dejar pasar esas amenazas y esos llamamientos a la violencia odiosa y racista vengan de quien vengan, tampoco cuando emanan de católicos integristas que ponen en la diana a mujeres y hombres de religión musulmana, y más globalmente, contra los árabes», añaden los firmantes del comunicado, para reafirmar su compromiso de seguir trabajando en «la acogida incondicional y el acompañamiento solidario» de migrantes y exiliados.