Giannis Antetokounmpo y LeBron James imponen la jerarquía para decidir los cuartos de final

Ya está decidida la Final Four del In-Season Tournament de la NBA. Después de la exhibición de triples de los Milwaukee Bucks ante unos Knicks de Nueva York desarbolados tras el descanso, más la enésima exhibición de LeBron James para derrotar a los Phoenix Suns de Kevin Durant, los Lakers tendrán que vérselas en Las Vegas a los Pelicans de Nueva Orleans, dos franquicias en su día «hermanadas» porque los angelinos traspasaron a un buen número de jugadores a este equipo para hacerse con Anthony Davis.

Habrá que ir confesado a la «Ciudad del Pecado», como suele definirse a Las Vegas, que es donde se va a disputar esta «Copa» de la NBA. La madrugada del jueves al viernes serán las dos semifinales, con la finalísima prevista para el sábado –del sábado al domingo en Euskal Herria– de este novedoso torneo que parece haber llegado para quedarse.

Ciertamente, ubicar tan pronto en la temporada una competición de esta guisa puede ampliar el abanico de los favoritos, toda vez que parece difícil que, de los cuatro contendientes que restan, más de dos puedan estar a su vez en lo más alto en los play-offs. La temporada, con 82 partidos de Fase Regular y unas eliminatorias al mejor de siete partidos, desgastan mucho, por lo que equipos con un fondo de armario más amplio o con cierta frescura en las piernas y en las ideas pueden acabar por imponerse a los superviviente de este tempranero torneo.

Sea como fuere, no será por falta de expectación y de calidad. Se encendían las alarmas nada más arrancar su partido ante los Knicks de Nueva York cuando Giannis Antetokounmpo se torcía el tobillo izquierdo luego de aterrizar tras palmear a canasta un tiro errado por un compañero. Por fortuna, «The Greek Freak» ha demostrado el porqué de su apelativo. Una vez pasado el susto, ha continuado en el juego y ha firmado 35 puntos, 10 asistencias y 8 rebotes, siendo la punta de lanza de unos Bucks que, tras llegar al descanso de un tiroteo en toda regla con 75-72 en el marcador, han acabado por apabullar a unos Knicks que no han podido con la exhibición de  triples de su rival.

Hasta 23 triples han clavado Giannis y y sus compañeros, con 28 tantos de Damian Lillard y hasta cuatro jugadores más, aparte de las dos grandes estrellas de los Bucks, anotando 12 puntos o por encima. Los 41 puntos de Julius Randle, bien secundado por los 24 de Brunson y los 23 y 8 rebotes de RJ Barrett han sido totalmente insuficientes ante el parcial combinado de 71-50 de después del descanso.

Habrá que ver si Milwaukee decide mantener este ritmo tan alto contra los Indiana Pacers en su semifinal del In-Season Tournamenet, porque Indiana ha demostrado que no solo no le importa jugar a calzón quitado, sino que es el estilo que más le gusta.

LeBron sigue siendo LeBron

Nadie gana solo, ni siquiera LeBron James. Si «The King» ha realizado una marca de 31 puntos, 11 asistencias y ocho rebotes frente a los Phioenix Suns, el 106-103 final no se puede entender sin los 27 tantos de Anthony Davis y los 20 de Austin Reaves, incluyendo en este último un triple clave en los segundos finales del partido. Pero como la dimensión del control sobre el juego del alero de Akron es tan global, hasta en las polémicas sabe establecer su jerarquía.

Y es que el duelo entre angelinos y la franquicia de Arizona ha tenido no poco de polémica arbitral con el partido apretado en un puño. Con 11,2 segundos para el final y los Lakers por delante con 105-103, LeBron James ha sacado para Austin Reaves, quien ha recibido una defensa de dos contra uno por parte de los Suns de manera inmediata.

El balón ha quedado dividido sin que ningún equipo pudiera controlarlo al 100%. Pero en ese momento, con los jugadores todavía forcejeando por la pelota, LeBron James ha pedido tiempo muerto y, pese a que resultaba muy discutible que los Lakers tuvieran posesión, los árbitros se lo han concedido, para indignación de los Suns.

«Es un balón suelto y no puedes pedir tiempo muerto en un balón suelto, no puedes», ha dicho al respecto tras el partido Frank Vogel, técnico de los Suns.

«Suena el silbato, no sé por qué. Todo en la liga es revisable pero no sé por qué eso no puede ser revisable. Es extremadamente decepcionante», ha declarado, dolido.

Anteriormente, los jugadores y el cuerpo técnico de los Suns reclamaron muy enfadados a los árbitros pero no ha habido marcha atrás. A partir de ahí, Anthony Davis ha anotado un tiro libre –dejando el marcador en el 106-103 final– y Kevin Durant ha errado un lejano triple para haber forzado la prórroga.

Tras el encuentro y ya con una importante polémica en las redes sociales, los árbitros han ofrecido su explicación de lo sucedido a través de los medios de la NBA.

«Durante la jugada en vivo, el árbitro consideró que Los Angeles todavía tenía posesión del balón cuando LeBron James pidió el tiempo muerto. A través de la revisión en vídeo tras el partido y a cámara lenta, vimos que Austin Reaves tenía su mano izquierda en el balón mientras lo sujetaba contra su pierna izquierda, lo que constituye control», han asegurado, aunque todo apunta a que han convencido a bien poca gente.

Los Suns habían reaccionado a una muy buena primera mitad de los californianos, con Kevin Durant, Greyson Allen y Devin Booker igualando el marcador que ha llegado con un 59-47 al descanso. De hecho, los 13 puntos que Reaves ha anotado en el tercer cuarto han sostenido a los Lakers de verse sobrepasados y descolgados sin remedio, hasta que en los minutos finales LeBron James, a veces con talento competitivo y otras con polémica y ha vuelto a demostrar que sigue siendo LeBron.