Matthieu Van der Poel cumple con los pronósticos y repite triunfo en la París-Roubaix
Matthieu Van der Poel (Alpecin) ha realizado una auténtica exhibición para repetir triunfo por segundo año consecutivo en la París-Roubaix, fraguado por el ciclista neerlandés a 60 kilómetros de la línea de meta, en el tramo de pavés de Orchies.
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Matthieu van der Poel no ha tenido rival en la 121ª edición de la París-Roubaix, logrando así su segundo triunfo consecutivo en dicha prueba en cuatro participaciones del corredor nacido en Kapellen.
Una concatenación de victorias que no se producía desde 2008 y 2009 con Tom Boonen, además de materializarla vestido de arco iris –el último en lograrlo fue Peter Sagan en 2018–, algo que también se produjo en la prueba femenina del sábado, con Lotte Kopecky.
El éxito no solo ha sido individual, sino también colectivo. Jasper Philipsen repitió el segundo puesto de la edición pasada y Alpecin se ha convertido en el primer equipo en vencer en los tres monumentos disputados hasta ahora, Milán San Remo, Tour de Flandes y París-Roubaix.
El último ciclista que ganó en la misma temporada en estas dos últimas carreras fue Fabian Cancellara, en 2010 y 2013, lo que da una idea de la gran campaña que está firmando Van der Poel, sumando hoy su sexto monumento.
El neerlandés ha fraguado su éxito gracias al gran trabajo realizado por su escuadra, que ha impuesto un ritmo altísimo para anular los intentos de fuga y acabar agotando a sus rivales, y al ataque que ha realizado en el pavés de Orchies, a 60 kilómetros de la llegada.
Ninguno de sus adversarios ha podido contrarrestar el demarraje protagonizado por el campeón del mundo, que ha ido agrandando su diferencia a medida que transcurrían los kilómetros.
Así, en apenas diez ya ha sacado una ventaja de un minuto respecto a sus perseguidores, en un grupo en el que apenas había entendimiento y del que ha intentado tirar un Mads Pedersen (Lidl-Trek), al que le ha penalizado su caída en Dwars Door Vlaandereen y el pinchazo que ha sufrido a 87 kilómetros de meta.
El mismo problema mecánico ha padecido la principal baza del Visma, Christophe Laporte, que se ha quedado descolgado en el kilómetro 109, mientras que Jonathan Milan (Lidl-Trek) ha sufrido una caída apenas recorridos 51 kilómetros y Dylan van Baarle (Visma) ni ha tomado la salida al encontrarse indispuesto.
Todo ello le ha dejado el triunfo prácticamente en bandeja a Van der Poel, tras cuyo ataque la carrera, sobre 270 kilómetros y con una benigna climatología que ha secado incluso zonas muy húmedas, ha carecido de historia.
Por detrás, el trío formado por los citados Philipsen y Pedersen, junto a Nils Politt (UAE), un ciclista llamado a hacer grandes cosas en las clásicas, ha tenido que conformarse con la lucha por subir a los dos cajones restantes, que han sido para los dos primeros por ese orden.
«Díficil de creer»
Tras su victoria, el ganador ha reconocido que «es difícil de creer, pero lo he vuelto a lograr con nuestro equipo, que quizás ha sido incluso más fuerte que el año pasado. Estoy orgulloso de los compañeros». Además de los dos primeros puestos, Alpecin también ha colocado a Gianni Vermeersch en la sexta posición.
Van der Poel ha admitido que atacar a 60 kilómetros de la llegada «no era el plan». «Solo quería hacer la carrera difícil a partir de ahí, porque ese es mi punto fuerte», ha añadido.
El ciclista neerlandés ha asegurado que «me sentí súper bien hoy y sabía que había viento de cola durante la mayor parte del camino hasta la meta. Tuve un día realmente bueno».
Al respecto de la temporada que está firmando, ha reconocido que «supera las expectativas y no tengo palabras para definir lo que estoy viviendo», aunque también ha señalado que no se sintió ganador del denominado Infierno del Norte hasta el último tramo de la prueba.
«Siempre es posible un pinchazo en esta carrera, pero mi ventaja era grande y el coche de apoyo estaba conmigo. Eso me permitió disfrutarlo más que la semana pasada en Flandes, donde estuve realmente al límite, pero hoy me sentí increíble», ha apuntado.
«Nunca soñé con algo así cuando era niño y ahora no tengo palabras para explicarlo», ha indicado el vencedor, quien también se ha referido al segundo puesto de su compañero Jasper Philipsen.
«Espero que algún día gane aquí. Al igual que el año pasado, ha demostrado que es capaz de hacerlo. Lo intentaremos de nuevo el año que viene, pero ahora primero disfrutaremos y haremos una fiesta», ha concluido.