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Más retrasos por todos los lados en la «Y vasca» y su conexión con Iruñea

La semana pasada trascendió que los plazos para la puesta en marcha de la «Y vasca» no se acabarán por lo menos hasta 2029 por las obras en nudo de Arkauti. Ayer se anunció públicamente que la decisión del enlace por Ezkio o Gasteiz se retrasará por problemas con las catas en Aralar.

El secretario de Estado José Antonio Santano y la consejera Susana García en el centro de la imagen de un acto de ayer en Irun. (IREKIA)

 Hay una «ley» no escrita por la que las obras de la ‘Y Vasca’siempre son para cinco años después. En marzo de 2021 el entonces consejero Iñaki Arriola afirmó que el Ministerio de Transportes «sitúa la finalización de la ‘Y vasca’ a finales de 2026». Y en octubre de 2022 afirmó que no le pilló «por sorpresa» que los PGE previeran el final de las obras del TAV para 2027.

Lo que se puede considerar ya una tradición la inició en 2005 el entonces consejero de Transportes del Gobierno de Ardanza, que era Álvaro Amann, quien no solo afirmó que los trabajos estarían acabados en 2010, sino que «la ciudadanía las pasaría canutas» si no era así.

Y hace una semana la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, informó de que el Gobierno de Lakua había autorizado la firma del convenio para que ETS construya el nudo de Arkauti, pero el anuncio conllevaba la evidencia de un nuevo retraso. Dados los plazos que se manejan, no habrá “Y vasca” al menos hasta 2029. Efectivamente: dentro de cinco años.

Luego, lo más probable es que se vayan sumando nuevos retrasos, porque el nudo requiere una obra compleja. El pasado jueves, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, habló sobre el tema. «¿Cuándo vamos a anunciar el momento en el que la ‘Y vasca’ se pondrá en funcionamiento en Euskadi con certeza alta para no frustrar más a la sociedad?», se preguntó, para responder a continuación: «Lo podremos hacer cuando el nudo de Arkaute empiece su obra y esté un poco encauzada, porque será entonces cuando sabremos con certeza qué nos queda por delante».

A todo eso hay que añadir el inicio y el final de las obras de los soterramientos necesarios para los accesos a las capitales.

ESTUDIO QUE VA PARA LARGO

Aquel mismo jueves, la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, ya avisó de que los estudios para decidir si la conexión de la “Y Vasca” con el tramo navarro será por Ezkio-Itxaso o por Gasteiz no estarán acabados para fin de este año o primeros del que viene, como inicialmente se había estado comentado. Señaló que será «a lo largo del primer semestre del 2025, en el mejor de los casos».

Dato que ayer mismo corroboró el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, en Irun, donde afirmó que el estudio se retrasará porque en Aralar continúa habiendo problemas de acceso a los terrenos públicos y privados para realizar las catas necesarias.

Declaró que les está costando «acceder a los terrenos, sean públicos o privados». Explicó que han tenido que «establecer un procedimiento de expropiaciones temporales» que deben poner en marcha. «Está habiendo dificultades y eso nos va a llevar tiempo para avanzar», dijo. Insistió en que «va a tardar más tiempo». «Nos lo vamos a tomar porque necesitamos hacer las catas. Es difícil si los accesos están tan complicados, pero lo vamos a conseguir. El mensaje es este, pero necesita su tiempo», concluyó Santano.

Luego explicó que la decisión que tomaron de la mano del Gobierno de Lakua fue «no perder tiempo»: «Llevemos adelante Alsasua-Pamplona, que en eso tenemos consenso». Y para saber por dónde llegar a Altsasu, «hay que hacer catas a una profundidad de más de 200-300 metros, porque se trata de analizar el posible impacto de un túnel y sus características, y eso tiene sus problemas», explicó.