«Vascas somos todas las personas que vivimos y trabajamos en Euskal Herria»
Las migraciones iniciadas en Euskal Herria, especialmente a partir del siglo XIX y que se incrementaron en la década de los 60-70 del siglo XX, no serán las últimas que lleguen a nuestro pueblo. Euskal Herria, y en especial, Hegoalde, seguirá siendo lugar escogido por nuevos miles de migrantes de todo el mundo que, especialmente desde África, Asia, Sudamérica, huyen del hambre y de las guerras en busca de supervivencia, trabajo y seguridad.
La publicación el pasado día 30 de diciembre de 2024 en las páginas de NAIZ de un artículo publicado por quien suscribe, "Reconocer, agradecer y pedir perdón a las personas migrantes", ha provocado algunas reacciones interesantes entre personas amigas y compañeras de años de lucha en tiempos del franquismo y clandestinidad y que pueden servir también ahora para quienes nos lean.
El párrafo con el que hemos abierto recoge una idea fundamental del anterior sobre las migraciones. Euskal Herria, hoy, es un país más receptor de migrantes que exportador. Y el futuro se presenta todavía con mayores llegadas de migrantes y que provocarán el aumento de su porcentaje en la población vasca. En la actualidad ese porcentaje es muy distinto según sus territorios. En 2024 en la CAV rondó el 10% (unas 217.489 personas migrantes), en Nafarroa, el 19% (unas 128.000). Y mucho más inferior en Iparralde. Habría que recordar que Iparralde sufrió una sangría poblacional desde finales del siglo XIX hasta pasada la mitad del siglo XX, de la que no se ha recuperado. Miles de jóvenes, un porcentaje muy importante de su población, emigró hacia América y a centros industriales de Burdeos y París empujados por la pobreza y, significativamente, huyendo del servicio a la armada y la guerra.
En ese contexto, y buscando lo mejor tanto para las personas migrantes como para la propia sociedad vasca, es importante recuperar algunos de los principios que ya en la década de los 60-70 manteníamos en nuestras luchas, discusiones y publicaciones clandestinas y que tal vez los hemos olvidado o relegado. Es el momento propicio para recuperarlos y difundirlos y hacer llegar a todos los rincones empezando por nuestras ikastolas, escuelas, colegios, institutos, universidades, medios de comunicación, etc.
En medio de las olas migrantes de las décadas de los 60-80 se registraba una lucha ideológica entre los partidarios del nacionalismo sabiniano y otros, en su práctica cercanos al mismo, con sus culturas supremacistas, racistas vascas y españolas, frente a una izquierda vasca que trabajó (también junto a migrantes más concienciados) por la creación de una mentalidad política de que «vascas somos todas las personas que trabajamos y vivimos en Euskal Herria».
Hoy nos encontramos en una situación sociopolítica y económica similar en cuanto a la llegada masiva de migrantes a nuestros pueblos y a la realidad de sectores, no solo nacionalistas vascos, que están condicionados por actitudes xenófobas, racistas vascas y españolas, y que ven en la migración un ataque a sus derechos al trabajo, a la sanidad, a la vivienda. No quieren aceptar la realidad de los datos. Además de su derecho a migrar, obligados por el hambre y las guerras, mantener el estado de bienestar vasco (nuestras pensiones, sanidad, empleos, etc.), dada nuestra crisis demográfica (40.000 nacimientos en la CAV en 1975 frente a los 13.580 de 2023), requiere de nuevas decenas de miles de migrantes que, con su trabajo y todos sus derechos bien respetados, puedan ayudar a sostener ese bienestar vasco.
Para poder alcanzar y llevar a la práctica ese principio defendido por la izquierda vasca, esas migrantes, sin embargo, necesitan que se les facilite los trámites burocráticos para poder acceder rápidamente a sus derechos: empadronarse, acceder a un empleo, a una vivienda, sanidad etc. Y eso está en manos de nuestras instituciones, como Gobierno vasco o navarro, diputaciones, y ayuntamientos.
Precisamente el pasado 5 de enero, dos personajes relevantes del mundo del derecho, Juan Luis Ibarra, expresidente del TSJPV y doctor en Derecho, y Miguel Ángel García, catedrático emérito de Derecho Constitucional en la UPV, firmaron un artículo exigente en "El Correo". En "Los chicos del bosque", así era su titular, afirmaron que «la cruda realidad nos señala lo lejos que estamos de unas políticas públicas que definan un modelo de acogida coherente con los derechos humanos».
Para avalar esa tesis, recordaron que está pendiente una ley en el Parlamento vasco que «comprometa a la Administración vasca a hacer realidad el principio ciudadanía residente», por lo que afectaría a la incorporación sociolaboral, la acogida y el acompañamiento en la integración de las personas migrantes y refugiadas. Asimismo, recordaron el manual de políticas sociales de acogida a personas extranjeras aprobado por Eudel, asociación de municipios vascos, que pretende articular «el mínimo común denominador de un Modelo vasco de Acogida». Denunciaron, sin embargo, la no aplicación por muchos ayuntamientos vascos de ese manual cuando concluyen diciendo que «desde ahora y en todo caso este principio de ciudadanía reclama, como inexorable punto de partida, la ‘generalización del empadronamiento social’ que hoy resulta negado por un vergonzoso porcentaje de nuestros ayuntamientos».
Lograr llevar a la práctica ese principio de que «toda persona que vive y trabaja en Euskal Herria es vasca», y, por tanto, las personas migrantes gocen de todos sus derechos y obligaciones, requiere un compromiso de nuestra sociedad y de las políticas de nuestras instituciones y gobiernos así como de todos los partidos políticos, sindicatos y movimientos sociales.
Podéis enviarnos vuestros artículos o cartas vía email a la dirección iritzia@gara.net en formato Word u otro formato editable. En el escrito deberán constar el nombre, dos apellidos y DNI de la persona firmante. Los artículos y cartas se publicarán con el nombre y los apellidos de la persona firmante. Si firma en nombre de un colectivo, constará bajo su nombre y apellidos. NAIZ no se hace cargo de las opiniones publicadas en la sección de opinión.