Según han informado miembros de la posición a través de las redes sociales, los tanques del Ejército sirio tratan de irrumpir en los barrios que están controlados por la insurgencia en Alepo y están siendo apoyados por bombardeos aéreos, lo que ha desembocado en violentos combates entre ambos bandos.
La lucha por el control de Alepo -la segunda ciudad y centro económico de Siria- ha despertado el temor en la comunidad internacional a que se produzca una masacre, como han apuntado Washington, Londres y París.
La localidad estaba el viernes sitiada por los tanques del Ejército de Bachar al Asad mientras llegaban más refuerzos militares.
Ante el aumento de la violencia, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha acusado al régimen de Al Asad de arrasar zonas controladas por la oposición sin tener en cuenta la suerte de la población civil que las habita.
Pillay denunció los bombardeos de artillería y aéreos, la irrupción de tanques en los centros urbanos y las ejecuciones sumarias, al tiempo que manifestó su preocupación por «la probabilidad» de enfrentamientos a gran escala en Damasco y Alepo.