La palabras del portavoz de la CUP, David Fernández, llamando «gánster» al exministro, exdirector gerente del FMI y expresidente de Bankia Rodrigo Rato en la comparecencia en el Parlament catalán de este último ayer lunes han generado este martes una oleada de valoraciones.

La mayoría contrarias a Fernández. Por ejemplo, el ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha considerado lo sucedido «degradante para la vida parlamentaria». La presidenta del PP de Catalunya, Alicia Sánchez Camacho, ha criticado el «circo mediático» en el que a su juicio se convirtió la comparecencia de Rato y ha dicho que «jamás había visto una actuación tan lamentable como esa», en referencia al portavoz de la CUP.

El portavoz de CiU en el Congreso de Madrid, Josep Antonio Duran Lleida, ha calificado de «impresentable» el tono de Fernàndez y considera que sus palabras supusieron «una falta de respeto a la persona y falta de respeto al estado de Derecho», ya que «Rato no está condenado». Aunque a renglón seguido ha añadido que «es cierto que las cajas de ahorro en general y Caja Madrid en particular a través de las preferentes engañó, y ese es el fondo de la cuestión. Ahí nada que objetar, en eso estaría tan de acuerdo con ese diputado o con cualquier otro que lo denuncie».

El conseller portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, ha manifestado que «se puede tener la razón sin quitarse un zapato, y las formas son también importantes, no deben perderse».

También uno de los banqueros más poderosos del Estado español, el presidente del BBVA Francisco González, ha salido en defensa de Rato y ha denunciado que «una pequeña minoría se está apoderando del mensaje de la gran mayoría».

El líder de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, no ha querido entrar en las formas empleadas por el representante de la CUP, si bien ha recordado que «lanzar un zapato no está en nuestra cultura» y ha abogado por intentar que algún día Rato se tenga que sentar en un banquillo para responder de su gestión.

«Joder la vida a muchísimas personas»

Fernández ha encontrado el respaldo de su partido y de ERC. El parlamentario de la CUP Quim Arrufat ha subrayado que si hay algunas formas que no son adecuadas son las del exbanquero, por «negarse a contestar las preguntas» y por «venir al Parlament a reirse».

Por su parte, Joan Tardá (ERC) ha remarcado que «bajo las formas educadas de Rato y otros como él, se esconde la voluntad de joder y haber jodido la vida a muchísimas personas».