Garbiñe Aranburu se ha acercado a la plaza Easo para expresar su apoyo a las seis personas que el miércoles pasado iniciaron un ayuno de una semana en protesta por la construcción de la incineradora de Zubieta.
La secretaria general de LAB ha advertido de que la construcción de esta planta hipotecará a la ciudadanía de Gipuzkoa «muchísimos años» e impedirá que se desarrollen otro tipo de políticas sociales.
En su opinión, este proyecto evidencia, «una vez más, que se hace política para beneficiar a unos pocos, para beneficiar a una elite económica».
Frente a ello, ha apostado por poner en marcha otro tipo de medidas en la gestión de los residuos que apuesten por la reducción y el reciclaje para evitar así la incineradora.
López de Muniain ha advertido de que existen estudios «determinantes» sobre los perjuicios de la incineración en la salud y, por este motivo, ha abogado por agotar «todas las vías legales» para que no se construya esta planta ya que, en su opinión, hay alternativas pese a los falsos «mitos» que se intentan difundir.
Ha destacado el esfuerzo físico y personal que supone seguir durante siete días una huelga de hambre cuyo principal objetivo es lanzar un mensaje no solo a los políticos, que «ya tienen los informes médicos sobre su mesa», sino principalmente a los ciudadanos.