Maite Ubiria Beaumont
Baiona

El alcalde de Baiona respalda las denuncias de «controles raciales» a cargo de compañías de autobuses

De un tiempo a esta parte, las asociaciones que trabajan con las personas migrantes que transitan entre Gipuzkoa y Lapurdi han denunciado que estas personas son objeto de «controles raciales» a cargo de los chóferes de determinadas compañías de autobuses. 

Varios migrantes, en el centro de acogida de Baiona. (Bob EDME)
Varios migrantes, en el centro de acogida de Baiona. (Bob EDME)

La situación se ha complicado a raíz de que 19 migrantes, algunos procedentes del refugio de urgencia establecido, con ayuda de la Mancomunidad Vasca y el Ayuntamiento, en la capital labortana, fueran interceptados tras bloquear la Policía gala un autobús, el lunes pasado, en el peaje de autopista de Maremne-Benesse (Landas).

Las asociaciones, apoyadas por la Liga de Derechos Humanos, depositaban este lunes una demanda en el Tribunal Administrativo departamental, en Pau, a la cual ha dado su apoyo el alcalde de Baiona, Jean-René Etchegaray, alertado por «la gravedad de la situación».

El primer edil de Baiona ha mostrado su preocupación porque «en nuestra ciudad asistimos, en las últimas fechas, a una violación de derechos fundamentales». De este modo, Etchegaray lanzaba una voz de alarma dirigida a Policía, Fiscalía, asociaciones de defensa de los derechos humanos y a la Licra, entidad oficial que vela por la no discriminación, al estimar que chóferes que trabajan para compañías de transporte –cita expresamente a Flixbus– realizan «controles raciales».

Tal como señalaba GARA en su edición del pasado sábado, militantes de colectivos de apoyo a las personas migrantes han venido constatando que «se pide a estas personas además del título de transporte un documento de identidad del que no disponen».

Esa denuncia ha tomado cuerpo en tribunales con el objeto de atacar estas prácticas discriminatorias, y cuenta con el apoyo del alcalde baionarra, que estima como «insoportables» ciertas actitudes tendentes a «obligar a identificarse a personas solo por el hecho de que sean negras».

Flixbux, una de las compañías a la que recurren los migrantes que descansan en el refugio del muelle Lesseps, citada por Etchegaray, ha mostrado su «extrañeza» por dicha queja. El alcalde, sin embargo, ha dado testimonio de esos actos al señalar que «yo mismo, personalmente, he podido comprobar como se pedía la documentación a estas personas  y no a otros viajeros».

Los controles raciales son, por lo demás, una práctica habitual en el paso de frontera de Irun-Hendaia. De hecho, los policías abordan a personas negras que esperan a coger el transporte público cuando no las hacen descender de los autobuses ante la mirada impotente del resto de viajeros.

Decenas de personas son así interceptadas en las localidades cercanas a la muga y entregadas en caliente a la Policía española sin que se garanticen sus más elementales derechos. Ello sobre la base de acuerdos bilaterales que contradicen los fundamentos de la Europa sin fronteras y de la libre circulación de personas que, al menos en suelo vasco, no están en vigor desde el pasado verano.

Traslado del centro de acogida a migrantes de Baiona

El alcalde de Baiona ha dado a conocer que el centro de acogida a migrantes de la capital labortana se trasladará al antiguo cuartel del Ejército, donde hay más espacio.