@AritzIntxusta

Notas de color para entender el segundo día de Korrika

Activistas de distintos pueblos de Nafarroa se están pasando el testigo de unos a otros, unidos por el euskara. En algunos pueblos llevan una semana de actos y preparativos en espera de que les llegue el testigo.

Vecinos de Beire posan junto al mural que pintaron el sábado.
Vecinos de Beire posan junto al mural que pintaron el sábado.

Korrika se hace grande en cuanto llega a la ciudades y las cabezas de comarca. Pero donde se convierte en todo un acontecimiento es en los pueblos pequeños. Y eso que ni siquiera pasa por algunos de ellos. Como es el caso de Beire.

Los de Beire cubrirán esta un tramo entre Lerga y Eslaba, pues el recorrido les ha dado un poco de lado. Hace dos años, cuando pasó la Korrika por última vez, los vecinos salieron a correr con un cuadro con una foto de Carlos del Villar, que era el principal dinamizador del evento en la localidad.

Asier Simón comenta que han dado un paso más allá en el homenaje. Cuando cojan el testigo serán un poco más discretos. No correrán con un cuadro, sino solo con pegatinas. Eso sí, en Beire llevan una semana dándolo todo para que la ausencia de Del Villar no se note.

El sábado pasado pintaron murales, hubo pintxopote y una Korrika Txiki por el pueblo. El domingo, hubo una marcha en bici, juegos y deportes rurales. Y todos los días de entre semana ha habido alguna actividad relacionada con el euskara, desde mintzapraktika entre la media docena de personas que quiere aprender hasta un taller de txalaparta.

Hoy, cuando terminen de correr, se irán todos juntos a cenar y terminarán la noche con «Euskal Kantak». Y mañana, séptimo día, en lugar de descansar, tienen previsto viajar a Iruñea a ver cómo llega el testigo.

Txomin González no ha pegado ojo esta noche. «Estuve en Azagra a las dos. Y luego los de Corella teníamos el kilómetro entre Tutera y Murchante a las siete menos algo», asegura. El tramo lo ha adquirido la Asamblea Municipal de Izquierdas y la Asociación Tambarria. Este colectivo es el que trajo a Olentzero hasta Corella hace una década y el que trabaja porque la cultura se mantenga en la localidad. Tambarria, su nombre, hace referencia a un término de localidad que atestigua que también la Corella fue euskaldun

Los de Errigora han corrido cerca de Valtierra, avanzando hasta Argedas. Estaban unas 25-30 personas. «Eran productores de la zona y gente euskaltzale de Erribera. Ha sido muy emocionante hacer el kilometrico y juntarnos con más gente que empuja el euskara y lo fomente», comenta Ibai Sueskun.

Cerca de los vecinos de Beire –es decir, cuando la Korrika se esté despidiendo de Tafalla y la Merindad de Erriberri para adentrarse por la de Zangoza– corren los valdorbeses. En Orbaibar la fiesta será en Olleta. Los vecinos del valle llevan organizándose desde febrero en distintas asambleas. El domingo pasado también llevaron a cabo una Korrika txiki entre Garinoain y Barasoain.

Dentro de aquel testigo había un mensaje. Los destinatarios del mismo eran los niños que han abierto por primera vez el Modelo D en la escuela del pueblo, de entre tres y cinco años. Se les entregó una medalla y se les hizo sentir importantes. Hubo fiesta, animación y se ligó el idioma con algo positivo, dejándoles un recuerdo del paso de la Korrika

Korrika es una carrera interminable que, sobre todo, se compone también de estos pasitos adelante que, tipi-tapa, da el euskara en los pueblos pequeños.