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EEUU designará a los Guardianes de la Revolución de Irán como «organización terrorista»

Según adelanta el 'The Wall Street Journal', este próximo lunes el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán será oficialmente para EEUU una «organización terrorista extranjera», un paso que podría desatar una peligrosa escalada de tensión.

Desfile de los Guardianes de la Revolución de Irán. (Stringer / AFP)
Desfile de los Guardianes de la Revolución de Irán. (Stringer / AFP)

Es una decisión sin precedentes, la primera vez que una entidad institucionalizada de otro país es designada como «terrorista». Una peligrosa decisión que ha dividido, por las imprevisibles consecuencias que podría tener, a la propia Administración de Trump. Una decisión que ha sido anunciada en un momento que no es nada casual. Un día después del previsible anuncio, el próximo martes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tiene una reñida contienda electoral. Y que tras la retirada de EEUU del acuerdo nuclear con Irán, el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén y el reciente reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, territorio ocupado por Israel desde la guerra de 1967 contra Siria, Jordania y Egipto, este nuevo «regalo» ciertamente es muy explotable en términos electorales.

Con todo, está por ver cuál será la diferencia concreta a partir del anuncio. Los Guardianes de la Revolución están sujetos a un estricto programa de sanciones de EEUU e Irán está designado por EEUU como país «patrocinador del terrorismo» e integrante del «eje del mal». Parece claro que, mediante este paso nunca antes dado, se entra en aguas inexploradas. Es una señal de que EEUU quiere ejercer una presión máxima sobre Irán, pero en estos casos ya se sabe, se sabe cómo se empieza pero no cómo y cuándo termina.

Y es esto precisamente lo que preocupa a los responsables militares de EEUU. Sus bases y los miles de soldados que tiene desplegados en la región quedarían expuestos a eventuales ataques iraníes. Tanto en Iraq como en Siria, el cuerpo expedicionario de los Guardianes de la Revolución, la fuerza Al Quds, está muy implicado y a escasos kilómetros de las fuerzas estadounidenses, algo que preocupa mucho a los generales del Ejército de EEUU.

Los Guardianes de la Revolución de Irán, creados tras la revolución islámica de 1979, son el cuerpo de seguridad más poderoso del país. Bajo las órdenes directas del líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei, controla grandes sectores de la economía iraní y ejerce una enorme influencia en el sistema político. En términos militares, recaen bajo su responsabilidad los programas nucleares y de misiles balísticos de Irán, que tienen a su alcance a Israel y las bases militares de EEUU de la región, además de una fuerza de unos 125.000 soldados con unidades de tierra, mar y aire.

Según avanzan diversos analistas, tras este movimiento de los «halcones de guerra» de la Administración de EEUU como el secretario de Estado, Mike Pompeo, o el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, podría estar la intención de encajonar de cara al futuro cualquier intento de acuerdo con Irán. Subrayan que Trump tiene un instinto natural para hacer negocios y llegar a pactos, como se ha visto en Corea del Norte, y que detrás de esta escalada se escondería el objetivo de hacer lo más difícil posible c¡cualquier posibilidad de normalizar las relaciones con Irán para futuros presidentes de EEUU.
 
La respuesta iraní, como era previsible, no se ha hecho esperar. Según dijo en Twitter el responsable del comité de seguridad nacional del Parlamento iraní, Heshmatollah Falahatspisheh, «si los Guardianes de la Revolución son puestos en la lista de organizaciones terroristas de EEUU, pondremos al Ejército de su país en la nuestra lista negra del terror junto al ISIS».