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Absuelven a Tapie y al CEO de Orange por el «caso Adidas»

¿Defraudó al Estado Bernard Tapie? Diez años después del controvertido arbitraje sobre la venta de Adidas que le otorgó 403 millones de euros para resolver su disputa con Credit Lyonnais, el Tribunal Penal de París ha dictaminado que «no hay pruebas en el expediente que sugieran» que el arbitraje estuviera «viciado por fraude» y le absuelve, al igual que a los otros procesados, entre ellos, el presidente de Orange.

Stephane Richard, CEO de Orange, responde a la prensa tras la sentencia absolutoria. (Thomas SAMSON / AFP)
Stephane Richard, CEO de Orange, responde a la prensa tras la sentencia absolutoria. (Thomas SAMSON / AFP)

La sentencia dictada hoy por el tribunal pone fin a un largo proceso judicial que ha salpicado a altos funcionarios, entre ellos a Christine Lagarde, máxima responsable del FMI, actual candidata a presidir el BCE y entonces ministra francesa de Economía. Los jueces absuelven al empresario y exministro Bernard Tapie, ausente al sufrir una recaída en el cáncer que padece, y a los otros cinco encausados, incluido el actual presidente de Orange, Stéphane Richard, acusados de estafa y malversación de fondos públicos.

En el origen del caso está Adidas, compañía que compró Tapie en 1990 gracias en parte a un préstamo del banco Crédit Lyonnais, entonces de titularidad pública. Agobiado por las deudas, tres años después la marca deportiva pasó a manos de un grupo de inversores entre los que estaba Crédit Lyonnais por 441 millones de euro. En 1994 se la vendieron al empresario Robert-Louis Dreyfus por 701 millones. Tapie consideró que el banco estatal le había engañado y reclamó una indemnización.

En 2007, el Ministerio de Finanzas, con Lagarde al frente, decidió poner fin al contencioso y encargó su resolución a un tribunal de arbitraje privado, en lugar de seguir la vía judicial. Un año después, Tapie recibió un pago de 404 millones de euros, incluyendo 45 millones por daño moral. En 2015, este arbitraje fue declarado fraudulento y anulado por la justicia, que ordenó a Bernard Tapie que reembolsara los poco más de 400 millones de euros que recibió.

Paralelamente a este procedimiento, la justicia abrió en 2013 una investigación penal contra Tapie y otras personas que participaron en el arbitraje por «fraude en banda organizada» y «desvío de fondos públicos». La Fiscalía acusaba al empresario de haber amañado el arbitraje y de ser el «coorganizador y principal beneficiario» de un «fraude» cometido contra el Estado francés.

Según la Fiscalía, el exdueño del equipo de fútbol Olympique de Marseille (OM) habría acudido al entonces presidente francés Nicolas Sarkozy, a quien conocía bien, para que optara por saldar el litigio Adidas mediante un arbitraje privado, en lugar de pasar por la justicia ordinaria. Se habría beneficiado también de la «parcialidad» de uno de los árbitros, que conocía muy bien a su abogado, Maurice Lantourne.

No obstante, según el tribunal, aunque Tapie «demostró públicamente un activismo importante ante varias figuras públicas para que defiendan su caso», «no se ha demostrado que haya (...) activado sus relaciones para que se den instrucciones a su favor».

La sentencia absolutoria llega después de que el Tribunal de Justicia de la República –una instancia específica para personas aforadas– hubiera condenado a la directora del FMI en diciembre de 2016 por negligencia en la gestión de este asunto, aunque le dispensó de pena.