Los indicadores que ofrece la EPDS, reflejan los cambios en las necesidades percibidas por la mayoría social que vive al margen de la pobreza y de otras formas de ausencia de bienestar.

En este sentido, destaca la caída de la percepción de pobreza entre los colectivos que se sitúan en esa situación. La proporción de personas en hogares que se consideran a sí mismos como ‘pobres’ o ‘muy pobres’ se sitúa en un 2,7%, proporción que cae ligeramente respecto al 3% de 2012 y 2016. Las personas en hogares que se definen como al menos ‘más bien pobres’ es del 6%, tasa que supone el nivel más bajo desde 1996.

La encuesta indica que un 60,8% de las personas en situación objetiva de pobreza real pertenecen a hogares que, en términos subjetivos, señalan «apañárselas para hacer frente a sus necesidades o incluso vivir con cierta comodidad». Esta proporción se encuentra en su nivel máximo y se situaba solo en el entorno del 44% en los años de crisis económica; era del 39,5% en 2012 y alcanzó el mínimo del 36,1% en 2014.

En el caso de las 70.348 personas que, a pesar de acceder al sistema de protección social –RGI, PCV, AES–, no consiguen salir de la pobreza, un 80% está vinculada a hogares que se alejan de la percepción de su situación en términos de máxima pobreza, esto es, definiéndose como pobres o muy pobres.

En una nota, el Gobierno de Lakua ha destacado que los datos de la encuesta muestran una dinámica de «estabilización», con una tasa de pobreza grave del 5,1% en la CAV.