Estados Unidos ha comunicado este miércoles que sanciona a 13 exmilitares salvadoreños por su vinculación con la muerte en noviembre de 1989 de seis sacerdotes jesuitas -entre ellos el vasco Ignacio Ellacuría- y de dos mujeres durante la guerra civil que sacudió El Salvador entre 1980 y 1992.
En un comunicado, el secretario de Estado, Mike Pompeo, detalla que la sanción, que consiste en la prohibición de ingreso en EE.UU. de los exsoldados y miembros de su familia inmediata, «se debe a su participación en violaciones graves de los derechos humanos en el Salvador relacionadas con la planificación y ejecución de los asesinatos extrajudiciales» ocurridos en el campus de la Universidad Centromericana José Simeón Cañas (UCA).
La decisión llega unos meses antes del juicio que se celebrará en la Audiencia Nacional contra uno de sus militares, también transcurridas ya tres décadas de la matanza.
La muerte de Ellacuría siempre estuvo impune: dos condenados en El Salvador años después fueron indultados.