Imanol INTZIARTE

La renovación de viejos bloques en Txomin Enea (Donostia) permite ahorrar un 35% de energía

Representantes institucionales han visitado hoy el barrio para destacar los resultados del «primer barrio sostenible» de la ciudad. Los vecinos reclaman que se remate la urbanización de parques y aceras.

Iñaki Arriola toma la palabra ante un fondo de vallas y aceras sin terminar. (@iarriolal)
Iñaki Arriola toma la palabra ante un fondo de vallas y aceras sin terminar. (@iarriolal)

El barrio donostiarra de Txomin Enea, situado a la orilla del Urumea entre Loiola y Martutene, está viviendo una profunda transformación en los últimos años. Se derribaron los edificios en peor estado y se han construido centenares de viviendas nuevas, alrededor de 800.

Entre unas y otras quedó un numeroso grupo de edificios que cuentan con unas cuentas décadas de vida a sus espaldas. De estos, 156 viviendas y 34 locales entraron en un programa de rehabilitación para ahorrar energía merced a la renovación de fachadas, cubiertas y ventanas. A ello se sumó su conexión con la central térmica de calefacción y agua caliente urbana District Heating, que emplea biomasa y está en marcha desde 2018.   

Este miércoles tocaba visita institucional y balance. El proyecto ha requerido una inversión de 4,15 millones de euros, de los que el Gobierno de Lakua ha puesto 2, el programa europeo Replicate 1,3 millones y los propietarios el resto.

El consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, ha acudido al lugar acompañado por el alcalde, Eneko Goia, y la concejala de Impulso Económico, Marisol Garmendia. «No es sólo una operación estética», ha destacado Arriola. Estas viviendas, según los datos aportados, han reducido en casi un 35% su demanda de energía y en un 12% de media el importe de sus facturas.

El consejero ha dicho que Txomin es un ejemplo de «regeneración urbana, un espejo en el que pueden mirarse otros barrios de Euskadi», mientras que el alcalde ha resaltado la importancia de este plan de rehabilitación dentro del «conjunto de actuaciones más amplio» para la regeneración integral de la vega del río Urumea. «El primer barrio sostenible de San Sebastián», ha sentenciado Garmendia.

Un barrio sin terminar

No obstante, no es oro todo lo que reluce. Ni mucho menos. La asociación de vecinos Lanberri lleva meses quejándose por la paralización de los trabajos de urbanización del barrio. Parques sin finalizar, aceras levantadas, grifos que no funcionan… Algo de esto ya se percibe incluso en las fotos que el propio Arriola ha subido a sus redes sociales.

El pasado febrero, antes de la pandemia, Lanberri ya denunció que 1,6 millones de euros que iban a ser destinados al barrio se iban a emplear finalmente para costear la obra artística de la escultora Cristina Iglesias en el faro de la isla Santa Clara.

Ayer mismo la asociación de vecinos apuntaba en su página de Facebook que el Ayuntamiento no había avisado de la presencia del alcalde en el barrio, a pesar de que llevan «meses pidiendo explicaciones al gobierno municipal sobre tantas cuestiones pendientes. Esta es la verdadera participación de la que hacen gala».