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La Tierra basculó sobre su eje hace 84 millones de años y luego se enderezó

Hace entre 86 y 79 millones de años, la corteza y el manto giraron alrededor del núcleo exterior de la Tierra y viceversa, lo que provocó que todo el planeta se inclinara 12 grados y luego se enderezase.

Para ilustrar el cambio de latitud que se habría experimentado, los autores señalan que sería como si, en la actualidad, Nueva York se desplazase al lugar que ocupa Tampa. (google)
Para ilustrar el cambio de latitud que se habría experimentado, los autores señalan que sería como si, en la actualidad, Nueva York se desplazase al lugar que ocupa Tampa. (google)

Un nuevo estudio publicado en ‘Nature’ afirma que la Tierra se inclinó hasta unos 12 grados en un proceso que se desarrolló hace entre 86 y 79 millones de años.

Para llegar a esa conclusión, los autores examinaron la alineación magnética de las calizas antiguas que recolectaron de Italia, encontrando que la corteza terrestre se movió aproximadamente 3 grados cada millón de años durante esta inclinación con retroceso.

«Una inclinación de 12 grados de la Tierra podría afectar la latitud en la misma cantidad», ha comentado Sarah Slotznick, geobióloga del Dartmouth College (New Hampshire, EEUU) y coautora del estudio.

Aproximadamente, en la actualidad trasladaría la ciudad de Nueva York a donde se encuentra Tampa, en Florida, ha indicado. Trayendo el ejemplo a Euskal Herria, sería casi como si Copenhague, la capital de Dinamarca, se trasladase a un lugar próximo a Iruñea.

Siguiendo el rastro magnético de los minerales

Los científicos pueden reconstruir una imagen de qué placas tectónicas había hace millones de años analizando lo que se conoce como datos paleomagnéticos.

Cuando la lava en la unión de dos placas tectónicas se enfría, parte de la roca resultante contiene minerales que se alinean con las direcciones de los polos magnéticos de la Tierra en el momento en que la roca se solidificó. Incluso después de que las placas que contienen esas rocas se hayan movido, los investigadores pueden estudiar esa alineación magnética para analizar en qué parte del mapa global existieron esos imanes naturales en el pasado.

Slotznick considera que los afloramientos de roca caliente y magma, conocidos como plumas del manto, desde el núcleo exterior hacia la corteza pueden haber jugado un papel en la alteración de la distribución de la masa de la Tierra durante el Cretácico tardío.

Por su parte, el coautor Ross Mitchell, de la Academia de Ciencias de China, opina que las placas tectónicas cambiantes podrían explicar la antigua inclinación de 12 grados de la Tierra.

Cuando el material más caliente y menos denso de las profundidades del manto se eleva hacia la corteza, y el material más frío y denso se hunde hacia el núcleo, estas placas pueden colisionar. Tras el impacto, una placa se subducirá o se hundirá debajo de otra.

Antes del Cretácico tardío, la Placa del Pacífico, la más grande de la Tierra que abarca 60 millones de kilómetros cuadrados bajo ese océano, se hundía bajo otra placa al norte. Hace unos 84 millones de años comenzó a subducirse en una dirección diferente, debajo de otra placa al oeste. Este cambio «bien podría haber cambiado el equilibrio literal del planeta», ha indicado Mitchell.