
El Ministerio de Sanidad español ha publicado por fin los datos sobre la eutanasia del año 2023. Los impulsores de la normativa llevaban tiempo quejándose por la falta de estos datos, que llegan casi con un año de retraso.
«Faltan solo unos días para que acabe 2024. Ya casi deberíamos de tener las cifras de este año y nos han pasado las del anterior», comenta Rafa Sal, portavoz de Derecho a Morir Dignamente (DMD) para la CAV.
A modo de valoración temprana, Sal asegura que «si 82 personas han solicitado esta medida, quiere decir que se trataba de una ley necesaria».
La media de solicitantes en el Estado español está en 15 por millón de habitantes, mientras que en la CAV (donde ha habido 58) asciende a 26 por millón y, en Nafarroa (con 24 peticionarios), a 36 por millón.
En el conjunto estatal, tres de cada cuatro solicitudes presentadas en 2023 (el 76%) se aceptaron; menos del 3% de pacientes a los que se reconoció el derecho cambiaron de opinión, mientras que 33 pidieron aplazarla una vez aprobada, un 4% del total.
Las enfermedades neurológicas y oncológicas están entre los motivos principales de las peticiones
Cabe recordar que las solicitudes de eutanasia pasan por dos filtros antes de que el caso llegue a la respectiva Comisión de Garantías y se tome la decisión definitiva en el ámbito administrativo. La última palabra la tiene hasta el último momento el peticionario.
Hay más mujeres que hombres entre los solicitantes de Hego Euskal Herria (30 varones por 52 mujeres).
Las enfermedades neurológicas y las oncológicas se confirmaron como los motivos principales de las peticiones, en porcentajes además muy similares (36% y 33%, respectivamente).
Esto implica un aumento importante de los enfermos de cáncer con respecto al informe anterior.
La médica Soco Lizarraga, portavoz de DMD en Nafarroa, lo atribuye a que los plazos para la aprobación de la eutanasia se están acortando (en el Estado está en 67 días, mientras que en Nafarroa, en 40), lo que permite a los enfermos oncológicos acceder a este derecho. Antes, como tardaba tanto en resolverse cada caso, la eutanasia no constituía una opción real para los enfermos de cáncer.
Sin embargo, desde DMD en Nafarroa indican a NAIZ que muchos de los peticionarios no llegan a recibir la eutanasia por solicitarla en fase terminal, cuando apenas les restan días de vida y tras fallar tratamientos de quimio a los que se les somete con escasas posibilidades de éxito.
En este sentido, apuntan a que sería interesante un cambio cultural, de modo que los sanitarios adviertan a estas personas de que pueden iniciar el procedimiento antes de someterse a tratamientos agresivos que quizá no funcionen.
De este modo, en caso de que fallen, ya tengan aprobada su solicitud, que luego siempre se puede aplazar cuando la quimio funciona.
Según han indicado, un solicitante en Nafarroa murió solo siete días después de haber expresado su voluntad. Y, aunque existen excepciones –y se han aplicado– para acelerar trámites, en plazos tan cortos es imposible llegar.
Por otro lado, un 95% de los solicitantes lo hicieron teniendo capacidad para solicitar una muerte digna. Lo cual, implica que el 5% restante pudo acceder a la eutanasia a través de documentos de voluntades anticipadas.
Diferencias
La CAV presenta, por otro lado, indicadores llamativamente altos de práctica de eutanasias con respecto a solicitudes (81%), cuando la media estatal está en 44%, y en Nafarroa cae al 42%.
A la espera de un mayor detalle sobre lo sucedido en la CAV con esas 11 solicitudes que no llegaron a acabar en muerte digna, sí que DMD ha detallado lo sucedido con las 14 que no se han resuelto en Nafarroa.
De esas 14, una persona revocó su decisión y a cuatro se les denegó. De las nueve restantes, seis murieron en el proceso (cuatro con el informe del responsable, otra en fase de consulta y una última con la resolución aprobada).
La razón por la que a últimas tres personas a las que no se les practicó la eutanasia fue porque, teniéndola aprobada, optaron por retrasar su aplicación.
Dejando a un lado a las personas que viven en residencias y ejercieron su derecho en ellas, la mitad de las personas recibieron la eutanasia en su casa y la otra mitad, en el hospital.
En último término, la eutanasia va creciendo entre las causas de muerte en el conjunto estatal pero se mantiene en números muy residuales. En 2021, supuso el 0,016%. Subió al 0,06% en 2022. Y con los datos revelados este jueves, se ha colocado en el 0,076%.

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