Un chaval en un zoo, 20 años del primer vídeo de YouTube
Se cumplen dos décadas del arranque de YouTube con un vídeo que fue obra de dos de los tres fundadores de la web donde hoy día se puede hasta trabajar como creador profesional. Apenas 19 segundos de imágenes «simples», pero que cambiaron el mundo de la comunicación.
El primer youtuber no podía ser otro que uno de sus fundadores, en un momento en que casi nadie conocía YouTube. Ese instrumento que hoy día utilizamos como si fuese una televisión extra tenía que ser llenado con algo y, aquel primer vídeo –en realidad inicialmente no subido al ‘Tubo’– fue hace exactamente 20 años, el 23 de abril de 2005.
Se llamaba –se llama, porque todavía está allí–, ‘Me at the zoo’, ‘Yo en el zoo’. Eran apenas 19 segundos que cambiaron la historia para siempre.
YouTube, «nerdismo» al poder
‘Me at the zoo’ fue cargado exactamente a las 20.27 de la noche de aquel 23 de abril en California, las 5.27 de la madrugada del 24 en Euskal Herria. No fue grabado en directo: fue simplemente «cargado», es decir, puesto en la web YouTube después de haber sido elaborado en el zoo de San Diego, una de las principales ciudades de ese estado del oeste de Estados Unidos.
«La cosa guay sobre estos tíos es que tienen una realmente, realmente, realmente larga trompa. Y es prácticamente todo lo que hay que decir aquí». El mensaje era absolutamente simple, la revolución estaba en la imagen.
El protagonista que aparece en el vídeo es Jawed Karim, uno de los fundadores de esta web que pensaba reunir la mayor cantidad posible de vídeos en la red. Karim, que solo tenía entonces 25 años, habla frente a la jaula que encierra a los elefantes: «Vale, entonces estamos aquí en frente de... uhm... los elefantes, y la cosa guay sobre estos tíos es que tienen una realmente, realmente, realmente larga trompa. Eso es guay. Y es prácticamente todo lo que hay que decir aquí».
Punto y final, fundido a negro. La grabación fue obra de Yakov Lapitsky, el otro socio de Karim en la creación de YouTube. Ambos ahora son reconocidos multimillonarios, pero por aquella época solamente intentaban mostrar al mundo cómo se podían subir a la red, mediante un mero recopilador, todos los vídeos que se quisiera, y cómo podía ser algo producido «en casa», prácticamente de kilómetro cero.
Es puro nerdismo; una manera de buscarse la vida a través de los nuevos instrumentos tecnológicos, fórmula que ya había sido el hilo conductor del temido ‘Millennium Bug’, el «bicho del milenio», con la llegada del 2000, o de la propia fundación de Facebook muy poco antes, en febrero de 2004.
En este último caso, Mark Zuckerberg y sus amigos pensaban crear una mera conexión entre alumnos de los mismos institutos y acabaron intercambiando datos con casi todo el mundo.
Con YouTube, por el contrario, cada uno se podía plantear la posibilidad de cargar uno de los vídeos que tenía, por ejemplo, en la memoria de su cámara, y compartirlo con seguidores. Todo únicamente a nivel potencial en aquel momento, claro, porque YouTube no era el coloso en el que se ha convertido después, sino una herramienta prácticamente desconocida. La revolución estaba a la vuelta de la esquina, desde un punto de partida inverosímil y casi absurdo, aquel vídeo de Karim y Lapitsky en el zoo de San Diego.
Entre el tsunami y el pezón de Janet Jackson
Con la revolución tecnológica en ciernes, Estados Unidos se había convertido en una gran mina de oro para quienes tuviesen alguna idea interesante o que de algún modo cubrieran lo que empezaba a ser una necesidad social. Los tres fundadores de YouTube (Steve Chen, que no aparece en ‘Me at the zoo’, era el tercero), además, venían de una empresa que se había formado en 1998 y que ya despuntaba con fuerza en su sector de mercado: PayPal.
Aunque inicialmente no se tomara muy en serio, la opción de crear canales propios era un cambio total cuando solo existían televisiones al uso y con programaciones muy fijas.
Los tres se encontraban un poco desesperados por no poder subir a ningún lado sus vídeos. En concreto, le daban vueltas en aquellos meses a la posibilidad de encontrar en la red de una manera cómoda los aterradores vídeos del tsunami que había destrozado el sudeste asiático a finales de 2004, dejando más de 280.000 muertos.
Este trío tenía también otra motivación, mucho más trivial: buscaban imágenes del fenómeno llamado ‘Nipplegate’ protagonizado por Janet Jackson en la Super Bowl de 2005, cuando la cantante había sido «desnudada» sin querer por Justin Timberlake en el espectáculo que transcurrió entre la primera y la segunda parte de la final de la NFL, lo que generó una controversia enorme por las sanciones impuestas a la MTV, promotora del show.
Así fue creado este YouTube, traducible como «Tu tubo» o «Tú eres el tubo», es decir, el canal emisor. Desde entonces no ha habido intención de cambiar el nombre, que se entiende de primeras, no como aquel Thefacebook inicial, luego convertido en Facebook.
A partir de entonces, cada usuario podría crear su propio «canal de televisión», subir al ‘Tubo’ todos los vídeos que tenía archivados y ver los de los demás. Por aquel entonces todavía quedaban lejanos los tiempos en que perfiles oficiales podrían subir sus propias imágenes, y hacerlo en directo. Incluso los piratas de la red no sabían nada sobre aquel instrumento que, mirado desde el prisma de hoy, representa la nueva era, quizás mejor que otro cualquiera.
Gracias a YouTube, la posibilidad de compartir vídeos de todo tipo, desde imágenes neutras a otras más divertidas, dar rienda suelta al lado artístico de cada cual, o actuar a modo de reportero o divulgador, como en aquel ‘Me at the Zoo’, está servida. Inicialmente no se lo tomaron muy en serio, pero su efecto fue muy profundo al popularizar la opción de crear canales de televisión propios y particulares, en un tiempo en que esa posibilidad era muy reducida y, además, las programaciones resultaban muy fijas y estrictas.
Karim confesaría después que la causa de la invención de YouTube fueron también unos vídeos grabados en una fiesta que él quería compartir, aunque según sus socios aquella party nunca había ocurrido, y la idea original era más bien crear una página de citas donde las personas pudiesen calificarse en base a sus vídeos de presentación. Siempre hay saber vender también la «historia de una idea», crear un relato detrás de cualquier éxito.
Solamente un año después de aquel ‘Me at the zoo’, YouTube fue comprada por Google a cambio de 1.650 millones de dólares. Hoy día, ese primer vídeo, aunque realmente no subido al ‘Tubo’ en un primer momento, acumula 355 millones de visualizaciones en esa plataforma.

Fermin Muguruzak sua piztu du Erromako gau beroan

Musika, elkartasuna eta Peroni garagardoa: euskaldunek Erroma hartu dute

Alertan del cierre de una agencia de viajes en Errenteria que deja «muchos afectados»

Jaigunerako toki gehiago behar duela aldarrikatu du Herri Sanferminak ekimenak
