Iruñea continúa inmersa en la fiesta con actividades para todos los públicos, como el desfile de gigantes y cabezudos, ronda jotera, actuaciones de charangas, bandas de música, conciertos, el toro de fuego y un nuevo espectáculo del concurso internacional de fuegos artificiales que cerrará el tercer día de fiestas. Son actos que congregan cada día a miles de personas en cada jornada festiva.

El tercer día de las fiestas de Iruñea ha amanecido con charanga y ritmo sabrosón, como manda la tradición. Jóvenes, veteranos y algún guiri aún con la acreditación colgando, se han lanzado al baile mañanero en lo viejo, mientras churros y cafés combatían los estragos de la noche anterior. El ‘¡Gora San Fermín!’ se ha oído entre pasos de jota, reguetón y la típica improvisación de trompeta con más entusiasmo que puntería.

Con las calles ya templadas, ha llegado el momento del encierro, de esos que te hacen sudar más que el txikiteo. Uno de los morlacos se lo ha tomado con calma, parando y girando como si buscara el GPS. Resultado: susto generalizado, varios corredores en el suelo y un herido por asta, aunque nada grave según el parte médico. La tensión ha ido de la mano con la adrenalina, como siempre.

En los balcones, entre camisetas blancas y pañuelos rojos, han aparecido algunos guiños que recordaban que la calle también es un espacio para decir algo más. Discretos mensajes y algún que otro símbolo se han dejado ver entre el gentío, como quien deja una nota en el bolsillo de una chaqueta antes de devolverla.

Y como todo en estas fiestas, tras el susto, llega la recompensa: más churros, cafés dobles y anécdotas repetidas veinte veces. Porque si algo tienen los sanfermines es que, entre cuernos, charangas y consignas, lo importante es seguir bailando.