Crítico musical / Musika kritikaria

Vascos por Nueva York

WEST SIDE STORY
Intérpretes: Miren Urbieta-Vega (Maria), Caspar Singh (Tony), Nerea Berraondo (Anita), Henry Neill (Riff). Easo Abesbatza. Euskadiko Orkestra. Director: Clark Rundell. Programa: ‘West Side Story’. Lugar y fecha: Donostia, Auditorio Kursaal. 20/07/2025

Interpretación de ‘West Side Story’, dentro de la Quincena.
Interpretación de ‘West Side Story’, dentro de la Quincena. (Andoni CANELLADA | FOKU)

La Quincena Musical ha apostado este verano por dos títulos de teatro musical en versión concierto. Pero si con ‘Amaya’ de Guridi la falta de acción escénica se puede sobrellevar sin mayor problema, en un musical como ‘West Side Story’, repleto de bailes, escenas de lucha y mucho ‘rush’ en las interacciones, sí se echó en falta la dimensión teatral, aunque tanto los solistas como el coro pusieran de su parte para escenificar algunos fragmentos o dibujar a sus personajes con una dimensión actoral y no solo vocal. Por otra parte, y aunque una de las versiones de referencia de esta partitura la grabaran dos cantantes de ópera legendarios como José Carreras y Kiri Te Kanawa, es una práctica común en los musicales amplificar a los cantantes, particularmente en un título como ‘West Side Story’, con una orquesta de generoso tamaño y un uso prominente de los metales y la percusión. En varios momentos de la velada, al estar la orquesta sobre el escenario y no en un foso, esta inevitablemente se comió en decibelios algunas arias y escenas habladas. 

No fue el caso de Miren Urbieta-Vega, a quien en todo momento se le oyó perfectamente en su debut de un rol, el de Maria, que a priori se diría que no encaja mucho con su trayectoria profesional. Pero Urbieta-Vega se llevó al personaje a su terreno, dando vida a una Maria muy vasca: de fuerte carácter, determinada (casi dominante), potente en su registro grave y brillante en los agudos… en definitiva, muy alejada de la caracterización extremadamente dulce y delicada de Maria que se suele escuchar en las versiones de este musical con cantantes no líricos. Caspar Singh, por su parte, tuvo reiterados problemas para sobreponerse a la masa orquestal, y fue una pena, porque el timbre de su voz es realmente hermoso y mostró una elegante expresividad, contenida pero emotiva, en arias tan célebres como ‘Maria’.

Entre los comprimarios, destacó el Riff de Henry Neill, un barítono con experiencia en otras óperas de Bernstein como ‘Trouble in Tahiti’ o ‘A quiet place’ y en musicales como ‘My fair lady’, y que por consiguiente era quien mejor manejaba los códigos interpretativos de este tipo de músicas. Dinamizó además a toda su cuadrilla de los ‘Jets’, que depararon escenas muy divertidas, como la irónica ‘Gee, Officer Krupke’, apoyados por una sección masculina del Coro Easo plenamente entregada a las barrabaserías de la banda (hasta tiraron un banco del coro durante una simulación de pelea). También las cantantes, lideradas por la Anita de Nerea Berraondo y apoyadas por las voces blancas del Easo, tuvieron sus momentos de lucimiento, como la famosa ‘América’.    

Euskadiko Orkestra, con bastante escarmiento incursionando en músicas que no son estrictamente clásicas, sonó plena y segura en esta partitura que incorpora salvajes ritmos de danza, influencias del jazz, timbres latinos y pasajes de los metales propios de una big band. Clark Rundell, otro gran especialista en Bernstein, guio a la orquesta vasca son seguridad y entusiasmo, aunque, como ya hemos señalado, a veces se olvidase un poco de los cantantes.