Cada vez que se va al cine se proyecta una película diferente. Las emociones del público presente en la sala deciden elementos como el argumento, el emplazamiento, la trama, la colocación de las cámaras. Si se vuelve al día siguiente a la misma sala, la película que se verá no será la misma, ya que habrán cambiado las emociones de quienes asistan a la proyección, aunque sean las mismas personas. El tiempo que haga en la ciudad que acoge la sala también habrá cambiado y afectará al desarrollo de la proyección.

Salaia, una herramienta de inteligencia artificial, desarrollada por Professor Octopus IA Lab, con sede en el barrio iruindarra de Arrotxapea, permitirá que lo que actualmente parece utópico sea una realidad.

En la sala 5 de Golem Iruñea a partir del próximo año

Este lunes han presentado la herramienta en los cines Golem Baiona de Iruñea, cuya sala 5 albergará esta experiencia a partir del próximo año. Ha asistido el consejero de Industria y Transición Ecológica y Digital del Gobierno navarro, Mikel Irujo. La experiencia se parecerá más al «teatro improvisado» que a lo que actualmente concebimos como una sesión de cine, según ha destacado Carlos Fernández de Vigo, CEO de Professor Octopus IA Lab.

Tampoco será algo similar a aquellos libros de ‘Elige tu propia aventura’, según ha destacado Fernández de Vigo. En esas novelas había una serie limitada de opciones en base a las distintas opciones que tomaba el lector. Pero siempre eran las mismas. Se aprendía que no era una buena idea tomar el camino de la derecha. En Salaia, en cambio, las opciones no están predeterminadas, sino que el sistema las va adaptando en función de las emociones de los espectadores. «No hay guion», subraya. Los conceptos narrativos son decididos en el momento por la inteligencia alternativa. «Salaia escribirá unas líneas argumentales u otras según las emociones del público», añade. Surgen conceptos como «cine efímero».

Tecnológicamente, es posible captar las emociones del público mediante cámaras. Al ser una sala de cine, serán infrarrojas. La idea es seleccionar unas emociones sobre otras, en función del target u objetivo de la película. Por ejemplo, si está dirigida al público infantil, captará las emociones de los niños y las niñas, no de sus acompañantes. Si es el cumpleaños de un niño, captará sus emociones, no las de sus abuelos o tíos que le han acompañado a la proyección. También preverá que el miedo no sea la emoción dominante en una sesión infantil. En ese caso, la Inteligencia Artificial introducirá elementos para calmar el ambiente.

Veinte años de investigación

Todo ello, según ha destacado Fernández de Vigo, es el resultado de veinte años de investigación, de los que en los siete últimos han trabajado la tecnología de la Inteligencia artificial y se han invertido más de cuatro millones de euros, con la aportación del Gobierno navarro. Son más de 50 investigadores los que trabajan actualmente en este ámbito.

Esta tecnología, según ha destacado Fernández de Vigo, tiene mucha más aplicaciones. Por ejemplo, puede desarrollar emplazamiento de producto, para que las tiendas de la película que se está viendo en Iruñea sean las de Carlos III o el periódico que lean los protagonistas sea GARA.

Asimismo, se podría aplicar en ámbitos como la atención al cliente, la educación o el turismo, creando itinerarios o productos basados en el interés del usuario, en el interés de ese momento concreto, no en el de hace un par de semanas, cuando se planificó el viaje.

Este tecnología abre también debates éticos, como que se garantice que los datos que se capten en la sala sean anónimos. O cuál será el papel de guionistas y directores en el futuro. 

Irujo ha destacado que Nafarroa aporta el 2,3% del PIB a I+D+I y que el herrialde es referentes en este ámbito.