Se acaba de publicar el informe de la Unión Europea sobre “El sistema de alerta para productos no alimentarios peligrosos” de 2024, que hace referencia a las notificaciones que se hacen desde los estados miembro, y sorprende la cifra (4.137) en cuanto que estas han aumentado casi el 50% con respecto a los dos años anteriores. Los datos muestran ahora que los consumidores están más expuestos a sustancias químicas peligrosas y a lesiones, y que la mayoría de alertas son de productos procedentes de fuera de la UE.

Las notificaciones sobre productos que suponen un riesgo grave para la salud y seguridad de los consumidores solo representan la punta del iceberg porque es imposible conocer el número específico de unidades de productos vinculadas a una notificación. En 2024, cosméticos y juguetes fueron las dos categorías de productos más notificadas, representando más de la mitad de las notificaciones, lo que confirma las tendencias de los últimos años.

El fondo nuclear del informe pone de relieve la importancia de la vigilancia del mercado y la necesidad apremiante de colmar las lagunas normativas, cuestiones reiteradas por las organizaciones de consumo europeas. Y es así, porque nos movemos en un contexto en el que el comercio electrónico está creciendo rápidamente y los y las consumidoras compran cada vez más a través de mercados en línea y la UE debe seguir siendo ágil a la hora de adaptar su marco jurídico.

Ahora existe la posibilidad de alertar directamente a las autoridades de Consumo a través del portal de seguridad del consumidor (https://webgate.ec.europa.eu/consumer-safety-gateway). Aunque también habrá que reflexionar que, si bien somos los últimos de la cadena de producción-consumo, está igualmente perjudicada la mano de obra que manipula sustancias químicas nocivas.